Cummins dijo que el cargo incluía rebajas de inventario, reservas sobre cuentas por cobrar, deterioro de una inversión en una empresa conjunta con el fabricante ruso de camiones Kamaz Inc y otros costes.

Compañías de todo el mundo, como Adidas, Renault y Volvo, han contabilizado un considerable golpe en sus ganancias tras paralizar sus operaciones en Rusia, tras su invasión de Ucrania.

Cummins, entre cuyos clientes se encuentran Paccar Inc, Daimler AG y Stellantis NV, había advertido en febrero de "cierto impacto" en su negocio en Rusia y dijo que estaba analizando y preparándose para las sanciones existentes y previstas.

La compañía también dijo que las restricciones en la cadena de suministro seguían siendo un reto y que estaba limitando el crecimiento.

"Hemos experimentado, y esperamos seguir experimentando, una incapacidad para cobrar a los clientes y podemos ser objeto de litigios en relación con nuestra suspensión de las operaciones comerciales en Rusia", dijo la empresa.

La empresa registró unas ventas en el primer trimestre de 6.390 millones de dólares, por encima de las estimaciones de Refinitiv IBES de 6.030 millones, ayudada en parte por las subidas de precios.