Antes de dotar a Bayer de una nueva estructura, Anderson lanzará primero un programa para reducir la burocracia y aumentar la eficiencia, según han declarado a la agencia de noticias Reuters varias personas familiarizadas con el asunto. Es probable que esto afecte sobre todo a los niveles directivos superiores e intermedios para lograr jerarquías más planas. Anderson quiere presentar más detalles en la próxima reunión de estrategia interna, dijo una de las personas con información privilegiada. Bayer no quiso hacer comentarios al respecto.

Las medidas permitirían a Anderson mostrar a los inversores las mejoras iniciales en la empresa, que se encuentra bajo la presión de inversores activistas, y ganar tiempo para elaborar planes de reestructuración más amplios en los próximos meses, según personas familiarizadas con el asunto. "Hay mucho que limpiar en Bayer", dijo otra persona con información privilegiada. Los cambios llegan con retraso. Las anteriores medidas de reducción de costes no habían surtido el efecto deseado. Anderson está siendo asesorado por la consultora de gestión McKinsey, según varias personas con información privilegiada.

Pasarán muchas cosas en Bayer en los próximos 90 días, explicó uno de ellos. La racionalización de los procesos de planificación y toma de decisiones hará que muchos puestos sean redundantes. Muchos buscarán nuevos empleos. El jefe de estrategia Oliver Kohlhaas ya ha dimitido y su puesto no se cubrirá. Es probable que los recortes de empleo en la dirección se traduzcan en elevadas indemnizaciones por despido. Aún no se han concretado los costes correspondientes, ni el alcance y el calendario exactos. Kohlhaas y McKinsey declinaron hacer comentarios.

"NADA ESTÁ FUERA DE LA MESA" EN STRATEGIESUCHE

El antiguo jefe de la farmacéutica Roche, Anderson, tomó el timón de Bayer en junio en sustitución de su predecesor, Werner Baumann, que había dilapidado una gran confianza con la adquisición multimillonaria del desarrollador de glifosato Monsanto. Sobre todo, los inversores esperan que Anderson recupere la confianza de los inversores y revise la estructura del grupo, que actualmente consta de tres divisiones: el negocio agrícola, el farmacéutico y el de productos sanitarios de venta libre. Hace años que se especula con una escisión de Bayer, alimentada últimamente por la entrada de inversores activistas.

Al presentar sus primeros resultados trimestrales en agosto, Anderson afirmó que el exceso de burocracia -además de las deudas y los litigios legales relacionados con el herbicida Roundup y la sustancia química PCB- estaba haciendo que la empresa perdiera oportunidades. "La carga de las disputas legales, la burocracia corporativa y las deudas - todo esto perjudica nuestra capacidad de centrarnos en nuestra misión", dijo el estadounidense de 57 años, criticando el legado de su predecesor.

Añadió entonces que quería pasar de los ciclos presupuestarios anuales a los de 90 días y dar más libertad a los equipos a la hora de tomar decisiones. "Estoy convencido de que podemos lograr resultados significativamente mejores si cambiamos nuestra forma de trabajar", subrayó. Anderson recibió elogios anticipados de los inversores incluso antes de asumir el cargo, ya que éstos y los analistas elogiaron su elección y le creyeron capaz de cambiar el rumbo. En agosto, Anderson declaró que mantenía todas las puertas abiertas en la revisión estratégica en curso del Grupo y que nada estaba fuera de la mesa. Tiene la intención de mantener informados a los inversores de sus deliberaciones en los próximos meses.

La presión es alta: los inversores esperan más claridad este año y no quieren esperar hasta 2024. Sin embargo, no hay consenso entre ellos sobre cuál sería la mejor estructura de grupo para Bayer en el futuro. Mientras que la gestora de fondos Union Investment, por ejemplo, ve una escisión del negocio de productos sanitarios sin receta como una opción para cambiar los ánimos entre los propietarios, otros ponen en juego una cotización parcial de la división agrícola en la bolsa estadounidense como posible catalizador importante. Los inversores también verían con buenos ojos que Bayer pudiera por fin poner fin a las costosas disputas legales en EE.UU. sobre el glifosato y los PCB. El fondo de cobertura Artisan Partners, que posee una participación en Bayer, pidió recientemente la escisión de la empresa con sede en Leverkusen.

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- por Patricia Weiss y Ludwig Burger y Emma-Victoria Farr