Al parecer, a un tapón de la puerta que salió volando de un avión MAX 9 de Alaska Airlines en pleno vuelo el 5 de enero le faltaban cuatro pernos clave, según el informe preliminar de la NTSB publicado el martes.
"Creo que estamos preocupados porque pone de manifiesto, ya sabe, la mala calidad de producción de Boeing... pero no creemos que afecte a nuestra flota de Boeing 737 ni a los MAX 8 que operamos", declaró a Reuters al margen de un acto en Lisboa.
"Pero no hay duda de que la mayor supervisión de la FAA en Seattle ralentizará las cosas. Sólo que aún no estamos seguros de si afectará a nuestras entregas de aquí a finales de junio", añadió.