El gobierno liberal de Canadá, rezagado en las encuestas entre quejas por el elevado coste de la vida, afirmó el lunes que presentará pronto un amplio proyecto de ley destinado a ayudar a frenar la inflación.

El primer ministro Justin Trudeau anunció la semana pasada una exención fiscal destinada a impulsar la construcción de nuevos edificios de apartamentos de alquiler y aliviar la presión sobre el mercado inmobiliario canadiense.

Más tarde, el lunes, los responsables de las principales cadenas de supermercados se reunirán con ministros del gobierno que exigen ver un plan para contrarrestar la subida de los precios de los alimentos. Trudeau afirma que Ottawa podría imponer impuestos adicionales a los ultramarinos y eliminará las disposiciones de la Ley de Competencia que las empresas han utilizado para defender las grandes fusiones.

"En lo que se refiere a la vivienda, en lo que se refiere a los comestibles, en lo que se refiere a la Ley de Competencia, esto se presentará de forma inminente... en un proyecto de ley integral", dijo Karina Gould, la ministra encargada de impulsar la agenda del gobierno a través de la Cámara Baja del Parlamento, la Cámara de los Comunes.

Las encuestas muestran que los conservadores de la oposición oficial, que culpan a Trudeau de la elevada inflación y la escasez de viviendas, ganarían unas elecciones si se celebraran ahora y pondrían fin a ocho años de gobierno liberal.

Los minoristas canadienses afirman que ellos no son los culpables de la subida de los precios de los alimentos, y señalan en cambio a los fabricantes y productores de alimentos por repercutir los costes más elevados a los ultramarinos.

Las cadenas de ultramarinos que asistieron a la reunión en Ottawa son Loblaws, Sobeys, Metro, Walmart y Costco, que juntas representan el 80% del mercado canadiense. (Reportaje de Steve Scherer y David Ljunggren; Edición de Bernadette Baum)