DAIKIN INDUSTRIES, LTD. En el sector sanitario de Minnesota, se calcula que 5.000 puestos de enfermería vacantes han provocado la invención de una nueva especialidad, el retenedor de enfermeras, que se centra en convencer a sus colegas para que permanezcan en el puesto. También ha provocado que se hable de limitar la carga de trabajo y ha llevado a un aumento salarial de hasta el 18% en tres años para las enfermeras sindicadas.
Los funcionarios del gobierno, preocupados por la escasez de mano de obra en un estado en el que el crecimiento de la población se ha estancado, han adoptado un enfoque de "cubrir el frente". Eso incluye propuestas de formación en ocupaciones de alto crecimiento y subvenciones para adaptaciones en pequeñas empresas que buscan contratar a trabajadores con discapacidades, esfuerzos para sacar a los miembros de grupos minoritarios de la marginación laboral, un impulso para reintegrar a los ex delincuentes en la población activa y subvenciones para estudiar cómo acelerar la concesión de licencias ocupacionales a los inmigrantes formados en el extranjero.
"Es una curva de oferta y demanda bastante básica", dijo Jeff Drees, director ejecutivo de la unidad estadounidense de la japonesa Daikin Industries Ltd, en una entrevista desde la planta de la empresa en Faribault, a unos 80,5 km al sur de Minneapolis. "Contrataremos a todos los que podamos ahora mismo... porque cada empleado que traigamos nos ayudará a reducir nuestro plazo de entrega".
Tras aumentar los salarios iniciales de 17 dólares la hora a unos 24 dólares y revisar las estrategias de contratación, Drees aún tiene 200 puestos de trabajo vacantes en ésta y otras dos instalaciones cercanas, donde espera aumentar la plantilla actual de 1.200 empleados. La cartera de pedidos de Daikin está abultada, dijo, en medio de la demanda impulsada por los edificios que están siendo modernizados con mejores sistemas de aire acondicionado a raíz de la pandemia de COVID, una avalancha de nuevos centros de datos y plantas de vehículos eléctricos, y los dólares federales que fluyen en virtud de la reciente infraestructura y la legislación ambiental.
Para los funcionarios de la Reserva Federal que se preguntan cuándo podría ralentizarse el crecimiento salarial mientras intentan enfriar la economía y la inflación, su pronóstico es que no será pronto. "No creo que se esté nivelando".
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DEMANDA LABORAL
La escasez de mano de obra ha asolado EE.UU. desde los primeros meses de la pandemia. Al principio, las empresas que reabrieron se encontraron con trabajadores reacios a volver a sus puestos de trabajo por motivos de salud y con la posibilidad de esperar a que pasara el tiempo gracias a los pagos de ayuda por la pandemia, a la mejora del seguro de desempleo y a otros programas.
A medida que los temores sanitarios se atenuaban y los programas de ayuda dejaban de aplicarse, se fue imponiendo la idea de que la pandemia había reajustado el trabajo estadounidense, desde las ocupaciones demandadas hasta la disposición de la gente a desempeñarlas.
Ese reajuste puede ser una de las razones por las que a la Reserva Federal le está resultando más difícil de lo esperado frenar un mercado laboral que lucha por encajar a los trabajadores en los puestos vacantes. También puede silenciar cualquier pérdida de empleo derivada de los esfuerzos del banco central estadounidense por frenar la demanda global y domar la inflación.
Datos recientes de la Oficina de Estadísticas Laborales sugieren que, si bien algunas brechas ocupacionales clave fueron impulsadas por la pandemia, otras estaban bien establecidas cuando la crisis sanitaria golpeó en 2020, y siguen alimentando la elevada demanda de trabajadores que la Fed quiere aliviar.
Algunas de esas lagunas pueden acabar respondiendo a los esfuerzos de la Fed por frenar la economía. Los empleos de preparación y servicio de alimentos, por ejemplo, se redujeron en cerca de 1 millón entre 2019 y 2022, según muestran los datos de la BLS. Pero la alta tasa de vacantes del sector -más del 8% de los puestos potenciales estaban abiertos en febrero- muestra que las empresas siguen intentando atraer empleados. Si una ralentización inducida por la Fed hace que los hogares reduzcan sus comidas en los restaurantes, la presión de la contratación debería aliviarse.
La dislocación, sin embargo, es casi tan mala para servicios como la sanidad, donde el gasto depende menos de la elección y la demanda y, por tanto, está menos influido por las condiciones económicas. El empleo en sanidad aumentó en 3 millones entre 2016 y 2019, antes de la pandemia, y en otros 463.000 entre 2019 y 2022. Sin embargo, la tasa de vacantes del sector se mantiene por encima del 7%.
CRECIMIENTO CASI NULO
Junto a las brechas sectoriales, también existen brechas geográficas.
La experiencia de Minnesota, donde una sólida base industrial y empresarial ha chocado con un crecimiento demográfico en declive, sugiere que el proceso de búsqueda de un nuevo equilibrio, tan fundamental para la evolución de la economía, los salarios y la inflación, no será ni rápido ni barato.
En el lado positivo, hay algunas pruebas de una esperanza compartida por muchos funcionarios de la Fed de que, a medida que la economía se ralentice, las empresas recortarán el alto nivel actual de ofertas de empleo pero no despedirán a empleados que puedan ser difíciles de volver a contratar.
Con unos 10 millones de puestos abiertos a nivel nacional a finales de febrero, había alrededor de 1,7 empleos abiertos por cada uno de los aproximadamente 5,9 millones de desempleados que buscan trabajo, una cifra inferior al pico de alrededor de 2 a 1 del año pasado, pero muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
Minnesota ha tenido un desequilibrio especialmente grande: La media móvil de 12 meses de puestos disponibles alcanzó el año pasado 2,75 por cada desempleado. Esa cifra ha bajado a alrededor de 2,6, pero la tasa de desempleo se ha mantenido en o por debajo del 3% desde diciembre de 2021. El número de desempleados ha aumentado desde el año pasado, pero la media de tres meses se ha estabilizado en unos 90.000 desde noviembre - similar a los mínimos del estado antes de la pandemia.
Aún así, dadas las perspectivas de empresas como Daikin o la escasez crónica que se observa en sectores como la sanidad, sigue sin estar claro lo rápido o lejos que caerá la demanda de mano de obra.
La oferta, mientras tanto, es probable que mejore sólo lentamente, si es que lo hace.
En un dilema que ofrece una visión del futuro del país si las tasas de natalidad y de inmigración se mantienen bajas, las empresas están compitiendo por los trabajadores de una reserva de mano de obra que apenas ha cambiado desde 2017 y que se prevé que no experimente "prácticamente ningún crecimiento durante la próxima década", según estimó la demógrafa estatal de Minnesota Susan Brower en una perspectiva de la mano de obra de febrero.
Estados Unidos en su conjunto aún no ha llegado a ese punto. Pero las recientes proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso estiman que hacia 2040 el número neto de nacimientos sobre muertes se acercará a cero, y cualquier aumento de población a partir de entonces será el resultado de la inmigración.
ENFERMERAS A TIEMPO PARCIAL
La situación ha sido estupenda para los buscadores de empleo y los que cambian de trabajo.
Juan Munhen se trasladó a Faribault desde Brasil el año pasado para reunirse con su mujer, originaria de la ciudad. Una vez que sus documentos de inmigración y otros papeles estuvieron en orden, las cosas se movieron rápido: nueve días desde su solicitud en línea hasta recibir una oferta de trabajo y una petición para empezar lo antes posible.
Para Anthony Clammer, el auge del mercado laboral supuso un cambio que le permitió acortar sus desplazamientos desde un trabajo anterior que estaba a 40 minutos en coche, le proporcionó más flexibilidad para ayudar a cuidar de sus hijos cuando lo necesitaba y le ofreció un horario fiable en el primer turno, una ventaja en el sector manufacturero.
"Hoy en día miras en Internet y simplemente hay cientos de puestos de trabajo en turno de día", dijo. "No creo que en 2019 hubiera conseguido un turno de día de inmediato".
En áreas de escasez crónica, como la enfermería, la batalla no consiste sólo en conseguir trabajo, sino en mantenerlo. Se ha convertido en una propuesta cara, sobre todo porque las preferencias de los trabajadores han cambiado durante la pandemia, dijo Rahul Koranne, presidente y director general de la Asociación de Hospitales de Minnesota.
El número de enfermeras que sólo están dispuestas a trabajar a tiempo parcial, dijo, ha pasado de entre el 30% y el 40% antes de la pandemia al 57% el año pasado.
"¿Fue la pandemia? Puede ser", dijo Koranne. "También creemos que es generacional", ya que los empleados más jóvenes desean un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal.
Dado que esos puestos a tiempo parcial suelen conllevar prestaciones a tiempo completo, aumenta el coste de cubrir el equivalente a un empleado a tiempo completo.
Los funcionarios estatales reconocen que el problema es numérico, y están dedicando esfuerzos al marketing con la esperanza de convencer a la gente para que se traslade allí.
Pero Steve Grove, que hasta marzo era el comisario del Departamento de Empleo y Desarrollo Económico de Minnesota, dijo que el estado no puede contar con una inversión de las tendencias demográficas y debe centrarse también en reducir las barreras para los residentes actuales.
"Hay que aumentar el número de cuerpos calientes", dijo, pero "no hay una bala de plata... Se trata de vivienda, formación, prestaciones, retención. Queremos ser más asertivos".
