BONN (dpa-AFX) - En el conflicto sobre la negociación colectiva en Deutsche Post, Verdi vuelve a recurrir a las huelgas de advertencia. El jueves, el sindicato convocó paros en todo el país para aumentar la presión y persuadir a la dirección de que ceda. La parte obrera exige un 15% más de salario para los aproximadamente 160.000 empleados del sector de Correos y Paquetería de Alemania. Esto es demasiado para la empresa. La semana pasada ya hubo tres días de huelgas de advertencia en las que, según Verdi, participaron unos 30.000 trabajadores. Un millón de paquetes y tres millones de cartas fueron abandonados temporalmente.

Tras las primeras reacciones de las localidades, un portavoz de Verdi estimó que la participación en la huelga era alta. "El ambiente es bueno", dijo.

Un portavoz del Post reaccionó con incomprensión ante los nuevos paros laborales. Ya habían anunciado que presentarían una oferta al inicio de la tercera ronda de negociaciones, el 8 de febrero. Por lo tanto, dijo, las huelgas de advertencia eran "innecesarias, porque al final sólo van en detrimento de nuestros clientes".

El Correo ha tenido años de fuerte crecimiento, en parte debido a la pandemia del Corona: la gente pedía mucho más por Internet que antes. El año pasado, los volúmenes de paquetería descendieron un poco a medida que los efectos de la pandemia remitían y la gente volvía a hacer sus compras. La desaceleración económica también se dejó sentir. Por otro lado, el negocio de la correspondencia, que anteriormente se había debilitado, se recuperó debido a un aumento del correo publicitario. En tiempos de auge del comercio en línea, las perspectivas de la empresa de logística siguen siendo positivas. Sin embargo, el aumento de los costes de la energía, por ejemplo, está causando problemas a la empresa.

Deutsche Post subraya que necesita margen financiero para realizar inversiones, inversiones que aseguren los puestos de trabajo actuales a largo plazo. Si los costes de personal aumentan demasiado, esto podría frenar las inversiones y enturbiar así el futuro.

Verdi, por su parte, señala el rendimiento de la mano de obra en tiempos de pandemia y la elevada inflación, que hacen necesario un fuerte aumento salarial. "Las huelgas son una clara señal de nuestros afiliados hacia la patronal", declaró el vicepresidente de Verdi, Andrea Kocsis.

Los empresarios habían dejado claro en la segunda ronda de negociaciones colectivas de la semana pasada que no estaban dispuestos ni eran capaces de compensar las pérdidas salariales reales de los trabajadores, dijo el sindicalista. "Se trata de una provocación a la que los trabajadores están dando una respuesta inequívoca con sus huelgas". Dijo que el grupo esperaba obtener un beneficio récord en 2022. "La empresa debe este éxito a la labor de los trabajadores", dijo Kocsis. También en este contexto, las reivindicaciones salariales eran "necesarias, justas y viables".

Las huelgas de advertencia estaban previstas inicialmente para un solo día, hasta medianoche. Sin embargo, es posible una prórroga. "Es muy posible que en los próximos días se produzcan más huelgas de advertencia", declaró Thomas Großstück, de Verdi NRW./yynwd/DP/stk