El decreto procede del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha dicho que haría trasladar los vuelos de carga por falta de espacio en el aeropuerto internacional Benito Juárez de Ciudad de México.

Alrededor del 3% de los vuelos en el aeropuerto en 2022 fueron de carga, según datos de vuelos.

El aeropuerto más cercano es el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en la periferia norte de la ciudad, uno de los proyectos emblemáticos de obras públicas de López Obrador inaugurado el pasado mes de marzo.

Aunque el decreto no estipula que las aerolíneas deban trasladar sus operaciones a Felipe Ángeles, López Obrador ha dicho que el aeropuerto cuenta con el espacio y las "condiciones de seguridad" para realizar el cambio.

México también ha estado bajo la calificación de categoría 2 de aviación por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) desde que fue degradada en mayo de 2021 por cuestiones de seguridad, lo que significa que las aerolíneas mexicanas no pueden lanzar nuevas rutas a Estados Unidos.

Recientemente, México llegó a un acuerdo con la FAA para poder trasladar los vuelos internacionales del aeropuerto Benito Juárez al aeropuerto Felipe Ángeles sin que cuente como "nueva ruta", según han declarado funcionarios del Ministerio de Transportes mexicano.

Los sindicatos de la aviación mexicana se opusieron al cambio, mientras que otros grupos solicitaron más tiempo para llevarlo a cabo.

El decreto publicado el jueves concede a las aerolíneas 108 días hábiles para abandonar el Benito Juárez. No especificaba las consecuencias del incumplimiento. La aerolínea de carga Estafeta había solicitado que se le diera de un año a 16 meses para mudar sus operaciones, dijo su director de operaciones a medios locales.

El decreto aún permitirá que los vuelos de carga y pasajeros operen fuera del aeropuerto Benito Juárez.