E.ON espera ahora un beneficio ajustado antes de intereses e impuestos de entre 4.400 y 4.600 millones de euros (entre 5.200 y 5.400 millones de dólares) y un beneficio neto ajustado de entre 2.200 y 2.400 millones de euros.

Anteriormente, el grupo esperaba un EBIT ajustado de entre 3.800 y 4.000 millones de euros y un beneficio neto ajustado de entre 1.700 y 1.900 millones.

Alemania llegó a un acuerdo en marzo con los operadores de las centrales nucleares del país para hacer frente a las consecuencias financieras de su decisión de abandonar totalmente la tecnología para 2022, un proceso que se aceleró tras la crisis de Fukushima en Japón.

E.ON ha agrupado sus actividades nucleares heredadas en su división PreussenElektra, donde el EBIT ajustado del primer semestre se triplicó con creces hasta alcanzar los 694 millones de euros, lo que supone más de una quinta parte del beneficio del grupo.

Las mayores ventas de gas y los recortes de costes en el negocio minorista británico de E.ON también impulsaron los beneficios de la unidad de clientes del grupo en un 75%.

(1 dólar = 0,8533 euros)