E.ON, el mayor operador europeo de redes de energía, registró el jueves un beneficio básico ajustado de 9.400 millones de euros (10.200 millones de dólares) que superó su propio rango de previsiones, citando un rendimiento mejor de lo esperado en su división de redes.

La empresa señaló los efectos operativos en su negocio de redes de energía en casi todos los países, así como los efectos temporales positivos en Alemania y los extraordinarios en Eslovaquia, que impulsaron los resultados del cuarto trimestre.

Además, la empresa se benefició de un colchón de 300 millones de euros que había constituido para protegerse del riesgo de una subida de los precios de las materias primas, y añadió que "el posible deterioro del entorno del mercado energético" no se materializó.

Las acciones de la empresa, que cotizan en Fráncfort, subían un 2,1% a las 1752 GMT.

El grupo, que tiene previsto publicar los resultados completos de 2023 el 13 de marzo, había señalado en noviembre que probablemente saldría en el extremo superior de su rango de perspectivas para el EBITDA ajustado, que se situaba entre 8.600 millones de euros y 8.800 millones de euros.

La noticia llega una semana después de que el Consejero Delegado de E.ON, Leonhard Birnbaum, arremetiera contra el gobierno alemán, reclamando un plan director energético para la primera economía europea que debería ir encaminado a reducir la burocracia y ofrecer un mercado de capacidad. (1 dólar = 0,9201 euros) (Reportaje de Christoph Steitz; Edición de Victoria Waldersee y Elaine Hardcastle)