La senadora estadounidense Elizabeth Warren interroga a los reguladores bancarios federales sobre su decisión de vender el First Republic Bank al mayor banco del país, JP Morgan Chase.

En una carta enviada el miércoles a la Oficina del Contralor de la Moneda y a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, Warren dijo que el acuerdo era "profundamente preocupante", y pidió detalles sobre cómo las agencias decidieron organizar esa venta en particular, permitiendo a JPM crecer aún más.

"El resultado neto de estas maquinaciones es que... el banco más grande del país -que ya era demasiado grande para quebrar- obtuvo un acuerdo de ganga sobre un banco en quiebra que lo hizo aún más grande. Este es un resultado preocupante, que me deja con numerosas preguntas", escribió.

La FDIC anunció este mes que había embargado First Republic y lo había vendido a JPM en un acuerdo que estimó que costaría a su fondo de seguro de depósitos 13.000 millones de dólares. Los portavoces de la OCC y la FDIC declinaron hacer comentarios. Un portavoz de JPM no respondió a una solicitud de comentarios.

Entre otros puntos, pidió a los reguladores que proporcionen detalles sobre cómo analizaron a los postores para el banco en quiebra y qué restricciones adicionales debería afrontar JPM como resultado de su mayor tamaño.

Warren también presionó sobre el asunto a Michael Hsu, el Interventor de la Moneda en funciones, en una audiencia celebrada el jueves. Señaló que la FDIC está obligada por ley a vender un banco a un postor con el menor coste para su fondo de seguro de depósitos, pero la OCC debería considerar otros factores, como la estabilidad financiera, antes de dar el visto bueno a una fusión de este tipo.

Hsu dijo que la OCC tiene que considerar una serie de factores a la hora de evaluar una fusión con un banco en quiebra, centrándose en el mantenimiento de la estabilidad y en una acción gubernamental "coordinada y oportuna". (Reportaje de Pete Schroeder; Edición de David Gregorio)