"Cuando desarrollemos la superinteligencia, es probable que tomemos algunas decisiones que la mayoría de los inversores mirarían con extrañeza", dijo Altman.

"No quiero ser demandado por... el mercado público, Wall Street, etc., así que no, no estoy tan interesado", dijo en respuesta a una pregunta sobre si sacará OpenAI a bolsa.

OpenAI ha recaudado hasta ahora 10.000 millones de dólares de Microsoft a una valoración de casi 30.000 millones de dólares, ya que invierte más en la creación de capacidad informática.

"Tenemos una estructura muy extraña. Tenemos este tope a los beneficios", dijo.

OpenAI comenzó como una organización sin ánimo de lucro, pero más tarde creó una empresa híbrida "con un tope a los beneficios", que le permitía recaudar fondos externos con la promesa de que la operación original sin ánimo de lucro seguiría beneficiándose.

Mientras desarrolla sus capacidades de inteligencia artificial, Altman y muchos científicos destacados implicados en la creación y comercialización de la tecnología han advertido de la amenaza que supone, en particular la IA generativa creadora de contenidos como ChatGPT, y algunos la equiparan a un riesgo de nivel de extinción. Han exigido una regulación.

Altman está realizando una gira relámpago por todo el mundo, reuniéndose con jefes de Estado de varios países, y el martes estuvo en los Emiratos Árabes Unidos. Tiene previsto viajar después a Qatar, India y Corea del Sur.

POLÉMICA EN LA UE

Durante su estancia en Europa, se vio envuelto en una polémica por afirmar que OpenAI podría abandonar la región si resulta demasiado difícil cumplir las leyes previstas sobre IA, lo que provocó las críticas de varios legisladores, entre ellos el jefe de industria de la UE, Thierry Breton. Más tarde, OpenAI dio marcha atrás en su postura.

"No amenazamos con abandonar la UE", dijo Altman el martes. "Esperamos poder cumplir. Todavía hay más claridad que estamos esperando sobre la Ley de IA de la UE, pero estamos muy contentos de operar en Europa."

La UE está trabajando en un conjunto de leyes para regular la IA, incluidas propuestas que obligarían a cualquier empresa que utilice herramientas como ChatGPT a revelar el material protegido por derechos de autor utilizado para entrenar sus sistemas.

OpenAI no revela esos datos en su último modelo de IA, el GPT 4.

Altman, sin embargo, encontró el apoyo de la jefa de tecnología de la UE, Margrethe Vestager, quien dijo que no percibía los comentarios de Altman como una amenaza, sino como una promesa de hacerlo lo mejor posible.

"Lo más importante de esta tecnología que la gente no entiende es que dentro de unos años la GPT 4 va a parecer un juguetito que no era tan impresionante", dijo Altman refiriéndose al crecimiento de la IA.

"Habrá imágenes, audio, vídeo, texto, programación informática, todo junto".

Muchos expertos han mencionado la amenaza potencial de que los puestos de trabajo sean sustituidos por la IA, incluso en sectores como el transporte y la logística, el apoyo de oficina y la administración, la producción, los servicios y el comercio minorista.

Los empleos del futuro serían "superdiferentes a muchos de los empleos actuales", afirmó Altman, añadiendo que también habría oportunidades.