La rama británica de Morgan Stanley ha prorrogado el contrato de arrendamiento de su sede europea de 547.000 pies cuadrados en el Canary Wharf londinense hasta 2038, comprometiéndose con el centro financiero de Docklands incluso cuando sus rivales se trasladan en busca de oficinas más pequeñas.

En un comunicado emitido el miércoles, el director de operaciones de Morgan Stanley para Europa, Oriente Medio y África (EMEA), Chris Beatty, afirmó que el banco estadounidense estaba "deseando presenciar de primera mano las próximas etapas de la evolución de Canary Wharf".

"Canary Wharf ha sido el emplazamiento de nuestra sede en EMEA durante más de 30 años y nos complace prolongar esa permanencia", afirmó Beatty.

El pasado mes de junio, HSBC comunicó que abandonaba su rascacielos de 45 plantas, uno de los edificios emblemáticos del distrito, por un inmueble más pequeño y de menor altura en la City londinense.

La decisión planteó dudas sobre si Canary Wharf podría seguir manteniendo a los mayores ocupantes financieros del mundo, pero el pasado diciembre el banco británico Barclays también se comprometió a permanecer en su torre One Churchill Place hasta 2039.

Muchas de las oficinas más grandes de Londres se han vaciado desde la pandemia, con miles de empleados abandonando los largos y caros desplazamientos en favor de modelos de trabajo híbridos.

Los principales propietarios londinenses confían en que los edificios respetuosos con el medio ambiente situados en ubicaciones privilegiadas obtengan alquileres más elevados a medida que los inquilinos se vuelvan más selectivos en cuanto a sus necesidades de oficinas. (Reportaje de Sinead Cruise; Edición de Jan Harvey)