La petrolera estatal brasileña Petrobras no se ha visto afectada en gran medida por las tensiones en el Mar Rojo, según ha declarado el director ejecutivo de la compañía, que ha afirmado que sólo ha tenido que desviar un buque en una medida que no ha supuesto costes adicionales para la empresa.

La mayoría de los clientes de Petrobras se encuentran lejos de la zona de conflicto, mientras que sus importaciones proceden principalmente de puertos situados fuera de esa área, declaró el lunes a Reuters el presidente ejecutivo, Jean Paul Prates.

Petrobras es una excepción entre las grandes petroleras, como Shell y BP, que han interrumpido los envíos a través del Mar Rojo debido a los ataques a buques por parte de militantes Houthi respaldados por Irán en Yemen.

Los ataques, dirigidos contra una ruta que representa alrededor del 15% del tráfico marítimo mundial, han empujado a algunas empresas navieras a desviar los buques, aumentando los costes y provocando retrasos. (Reportaje de Marta Nogueira; redacción de Fabio Teixeira; edición de Leslie Adler)