Raytheon Technologies anunció el éxito de la primera tirada del motor del demostrador de vuelo regional híbrido-eléctrico de la compañía, marcando un hito clave hacia las pruebas de vuelo, cuyo inicio está previsto para 2024. La prueba inicial del sistema de propulsión tuvo lugar en las instalaciones de innovación de Pratt & Whitney en Longueuil, Quebec, y funcionó como se esperaba. El sistema integra completamente un motor eléctrico de 1 MW desarrollado por Collins Aerospace con un motor de combustión de Pratt & Whitney de alta eficiencia, especialmente adaptado para el funcionamiento híbrido-eléctrico.

Esta tecnología de propulsión permitirá un rendimiento más eficiente del motor durante las distintas fases del vuelo, como el despegue, el ascenso y el crucero, reduciendo el consumo de combustible y las emisiones de CO2 hasta en un 30% en comparación con los aviones turbohélice regionales más avanzados de la actualidad. H55 S.A., recientemente objeto de una inversión minoritaria por parte del brazo de capital riesgo de Raytheon Technologies, RTX Ventures, suministrará los sistemas de baterías. El desarrollo de los diseños de los componentes de las baterías y de los sistemas de control eléctrico asociados también contará con el apoyo del Consejo Nacional de Investigación de Canadá y del Instituto de Vehículos Innovadores. Ricardo PLC también está apoyando el proyecto con el diseño de los componentes, la integración del sistema y las pruebas.

De Havilland Canada está apoyando la integración del sistema de propulsión en el avión experimental. Raytheon Technologies lidera el desarrollo de tecnologías de propulsión híbrida-eléctrica a través de múltiples programas de demostración, incluidos STEP-Tech y SWITCH, que abarcan una amplia gama de posibles aplicaciones futuras en aeronaves. Además de avanzar continuamente en la eficiencia de los sistemas de propulsión de aeronaves, la empresa también está desarrollando tecnologías para apoyar un mayor uso de combustibles alternativos más limpios, incluidos los combustibles de aviación sostenibles (SAF) y el hidrógeno, cada uno de los cuales se beneficiará de la mayor eficiencia que permite la tecnología de propulsión híbrida-eléctrica.