El banco central aumentó su tipo de interés oficial hasta el -0,25% desde el nivel del -0,75% que ha desplegado desde 2015. La subida fue el primer incremento del BNS desde septiembre de 2007.

La medida siguió a la subida del 0,75% de los tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos el miércoles, mientras que el Banco Central Europeo señaló la semana pasada que subiría sus tipos en julio para frenar la creciente inflación en la eurozona, que alcanzó el 8,1% el mes pasado.

"El endurecimiento de la política monetaria tiene como objetivo evitar que la inflación se extienda más ampliamente a los bienes y servicios en Suiza. No se puede descartar que sean necesarios nuevos aumentos del tipo de interés oficial del BNS en un futuro previsible para estabilizar la inflación en el rango compatible con la estabilidad de los precios a medio plazo", dijo en un comunicado.

"Para garantizar unas condiciones monetarias adecuadas, el BNS también está dispuesto a actuar en el mercado de divisas según sea necesario".

La fortaleza del franco, que es un refugio seguro, ha amortiguado el impacto de la inflación en Suiza al reducir las subidas de precios de las importaciones de combustible y alimentos.

Aun así, el BNS elevó sus previsiones de inflación para 2022 al 2,8% desde el 2,1% que dio en marzo. También espera una inflación del 1,9% y del 1,6% en 2023 y 2024, frente a su opinión anterior de que los precios subirán un 0,9% en ambos años.

El BNS sigue esperando que la economía suiza crezca en torno al 2,5% en 2022.