Las autoridades sanitarias de 15 estados, desde Vermont a Carolina del Sur, así como de Ohio y Kansas, en el Medio Oeste, advirtieron de que la materia fina en la atmósfera podría superar los niveles insalubres y dificultar la respiración de millones de residentes.

Washington, D.C., también estaba bajo una advertencia sobre la calidad del aire, según el Servicio Meteorológico Nacional.

Se indicó a la población que limitara el tiempo al aire libre, mientras que a las personas con problemas respiratorios se les aconsejó que consideraran la posibilidad de llevar una mascarilla.

El humo está cruzando la frontera norte de EE.UU. desde Canadá, donde la temporada de incendios forestales tuvo un comienzo inusualmente temprano e intenso debido a las persistentes condiciones cálidas y secas. Canadá va camino de registrar la peor temporada de incendios forestales de su historia.

El cielo de Nueva York y de muchas otras ciudades norteamericanas era de un gris uniforme y el aire olía a madera quemada. En muchos lugares, el sol de primera hora de la mañana aparecía como un pequeño disco naranja resplandeciente.

Los rascacielos de Nueva York, que pueden verse a kilómetros de distancia en un día despejado, se volvieron casi invisibles.

Las escuelas de la ciudad estaban abiertas a clase el miércoles, aunque los actos y actividades al aire libre, incluida una graduación de secundaria, fueron cancelados, aplazados o trasladados al interior.

Las autoridades canadienses emitieron el miércoles una advertencia más severa sobre la calidad del aire para los residentes de la capital financiera del país, Toronto, debido a varios incendios forestales que han quemado una superficie récord este año.

Mientras que los incendios forestales canadienses son habituales en las provincias occidentales del país, la provincia oriental de Nueva Escocia está viviendo la peor temporada de su historia. El gobierno federal ha enviado al ejército a la región.

Hay llamas en casi todas las 10 provincias y territorios de Canadá, siendo Quebec la más afectada. Múltiples incendios fueron provocados por la caída de rayos.

La calidad del aire en Ottawa, la capital de Canadá, situada en la frontera de Ontario con Quebec, se mantuvo en la categoría 10+, que según el Índice de Salud de la Calidad del Aire de Canadá es de "muy alto riesgo".

Ya han ardido unos 3,3 millones de hectáreas - unas 13 veces la media de 10 años - y más de 120.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, al menos temporalmente.