El banco suizo UBS y otros tres bancos de importancia sistémica deben hacer frente a unos requisitos de capital más estrictos, dijo el miércoles el Gobierno suizo, en un esfuerzo por proteger al país de una repetición del colapso de Credit Suisse.

El Gobierno suizo propuso 22 medidas de aplicación directa en 209 páginas de recomendaciones sobre cómo vigilar a los bancos considerados "demasiado grandes para quebrar" (TBTF). No llegó a decir hasta dónde debían llegar unos requisitos de capital más estrictos.

"Se trata, en primer lugar, de disponer de medidas preventivas adicionales para que un banco ni siquiera pueda llegar a encontrarse en el tipo de situación desesperada que vimos con el Credit Suisse", declaró la ministra suiza de Finanzas, Karin Keller-Sutter, en una rueda de prensa.

El plan de Suiza será objeto de un minucioso escrutinio dentro y fuera del país, ya que si UBS se desmoronara, no quedarían rivales locales que pudieran absorberlo. Un rescate y una nacionalización causarían probablemente graves daños a las finanzas públicas.

Con cerca de 1,7 billones de dólares, el balance de UBS duplica actualmente el tamaño de la producción económica anual de Suiza, lo que le confiere un peso excepcional para una gran economía.

"Los requisitos cuantitativos y cualitativos de capital para los bancos de importancia sistémica deben endurecerse de forma selectiva y complementarse con un componente prospectivo", señala el informe del Gobierno.

El aumento de los requisitos para UBS será "sustancial, especialmente si UBS mantuviera su tamaño y estructura actuales, o incluso creciera", añadía. UBS declinó hacer comentarios sobre el informe.

Las acciones de UBS cayeron un 2,7% el miércoles, después de que se desplomaran hasta un 4% y se interrumpiera brevemente su cotización. Las acciones siguen subiendo cerca de un 58% desde que se hizo cargo de Credit Suisse en un rescate respaldado por el gobierno el año pasado. El índice Stoxx Europe 600 Banks ha ganado cerca de un 37% en el mismo periodo.

La absorción de Credit Suisse fue la mayor fusión de bancos de importancia sistémica desde la crisis financiera de 2007-9 y la cultura bancaria suiza está bajo escrutinio. La Cámara Baja del Parlamento respaldó el mes pasado una moción para recuperar el sueldo de los altos directivos si los bancos son rescatados con dinero público.

Keller-Sutter dijo el miércoles que el Gobierno desincentivaría el comportamiento empresarial imprudente y las primas excesivas, y tomaría medidas para garantizar que se puedan recuperar.

La ministra de Finanzas criticó la excesiva remuneración de los banqueros y dijo que tendría que trabajar durante 30 años para ganar el equivalente al consejero delegado de UBS, Sergio Ermotti, que el año pasado recibió un paquete de 14,4 millones de francos suizos (15,8 millones de dólares). UBS declinó hacer comentarios sobre las declaraciones de Keller-Sutter.

El Gobierno, que pretende poner en marcha rápidamente las medidas y presentar dos paquetes para su aplicación en el primer semestre de 2025, rechazó la idea de incluir en la ley la opción de la propiedad pública temporal de un banco en crisis y Keller-Sutter dijo que los contribuyentes no deberían estar en el anzuelo.

El informe planteó dar poderes adicionales al regulador del mercado suizo FINMA, la posibilidad de aplicar recargos de capital y reforzar la posición financiera de las filiales, pero rehuyó un "aumento generalizado" de los requisitos de capital.

"Es difícil llegar a un juicio definitivo sobre el impacto exacto del aumento de los requisitos de capital", decía, señalando que deberían tener en cuenta la "proporcionalidad" dadas las presiones competitivas a las que se enfrentan los bancos suizos.

Los analistas han pronosticado que UBS podría tener que encontrar miles de millones de dólares adicionales, pero es probable que el proceso lleve tiempo, ya que el gobierno dijo que esperaría a las conclusiones de una investigación parlamentaria sobre la desaparición de Credit Suisse.

Éstas no están previstas hasta casi finales de 2024.

UBS, Raiffeisen Group, Zürcher Kantonalbank y PostFinance son considerados prestamistas de importancia sistémica en Suiza.

"Con unas normas de adecuación del capital muy ligeramente endurecidas, los accionistas asumen una parte del riesgo ligeramente mayor, pero aún muy pequeña", afirmó Adriel Jost, economista y antiguo asesor del consejo de administración del Banco Nacional Suizo.

Jost añadió que un acceso más fácil a la liquidez a través del BNS y del respaldo público de liquidez podría "aumentar las subvenciones" disponibles para UBS en caso de crisis.

PREOCUPACIÓN INTERNACIONAL

En vísperas del informe, las organizaciones internacionales expresaron su preocupación por la megafusión de UBS y sus consecuencias, entre ellas el FMI y la OCDE.

El Consejo de Estabilidad Financiera, un organismo de vigilancia financiera mundial, también ha advertido a Suiza sobre los riesgos de quiebra de UBS.

El FSB tiene previsto revisar su clasificación del UBS en la lista de bancos de importancia sistémica mundial tras la adquisición del Credit Suisse, que se cerrará a finales de este año. Subir un escalón conllevaría mayores exigencias de capital.

La cámara baja suiza respaldó el año pasado una moción que exigía a los bancos de importancia sistémica un coeficiente de apalancamiento del 15% de los activos, mucho más que en la UE, EE.UU. o Gran Bretaña.

Los analistas no esperan que se impongan condiciones tan duras a UBS, que actualmente tiene un coeficiente de capital ordinario de nivel 1 del 14,5%, es decir, 79.000 millones de dólares, lo que equivale a un coeficiente de apalancamiento del 4,7%.

Unos requisitos de capital más elevados podrían obligar a UBS a reducir su balance y reducir la oferta de crédito, según los expertos, mientras que los ejecutivos de UBS han advertido de que unos requisitos de capital excesivos acabarían perjudicando al consumidor.

Keller-Sutter dijo el año pasado que se avecinaban requisitos de capital más estrictos, pero también que era importante no perjudicar la capacidad de Suiza para competir con centros financieros como Nueva York, Londres, Singapur y Dubai. (Reportaje adicional de John Revill; Redacción de Dave Graham; Edición de Alexander Smith)