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BERLÍN (dpa-AFX) - La frustración reina entre los buscadores de piso en las grandes ciudades, pero las perspectivas de mejora son sombrías. Los elevados tipos de interés y costes, las normativas gubernamentales y el ambiente de crisis frenan los nuevos proyectos de construcción. Y ahora esto: la "cumbre de la vivienda" del lunes en casa del Canciller Olaf Scholz, que se supone aportará nuevas recetas contra la miseria, es boicoteada por dos importantes asociaciones del sector. La Asociación Federal de Empresas Inmobiliarias y de la Vivienda de Alemania (GdW) y la asociación de propietarios Haus & Grund cancelaron el viernes en protesta contra la política del Gobierno.

El portavoz de Scholz, Steffen Hebestreit, restó importancia a este hecho. Preguntado si la reunión del lunes estaba devaluada, dijo: "No, no lo veo". Dijo que era una pena que las dos federaciones hubieran cancelado. Pero sigue siendo un empeño importante del Gobierno federal abordar la crisis en que se encuentra actualmente el sector de la construcción, y hacerlo "con mucha fuerza". Siempre es mejor hablar unos con otros que unos de otros. Además, se había invitado a un total de 35 asociaciones.

Poco después, la asociación inmobiliaria ZIA y la Federación Alemana de la Industria de la Construcción confirmaron su participación en la cumbre con expectativas concretas. Esperan que de la reunión con el Gobierno federal, los Estados federados y los municipios salgan "medidas sustanciales que realmente consigan algo", en palabras del presidente de la HDB, Peter Hübner.

La posición de partida

El gobierno federal se ha fijado el objetivo de construir 400.000 pisos al año, pero sólo consiguió 300.000 en 2022. Hübner, presidente de la asociación de constructores, calculó entre 230.000 y 250.000 nuevas unidades para este año, y "menos de 200.000" para el próximo. El principal problema es la "explosiva subida de los tipos de interés", añadió Andreas Mattner, Presidente de la ZIA. El viernes, por ejemplo, se ofrecía financiación a cerca del cuatro por ciento, mientras que hace apenas dos años se cobraba menos del uno por ciento de interés.

Los proyectos financiados en condiciones más favorables siguen construyéndose, dijo Mattner. Pero apenas queda nada por llegar. Los permisos de construcción, la venta de terrenos, la planificación, todo sigue una tendencia a la baja. "Una espiral negativa nunca vista", en palabras de Mattner. Hace sólo unos días, la empresa inmobiliaria Vonovia informó de que decenas de miles de proyectos de construcción previstos estaban en suspenso.

Las recetas del Gobierno

La ministra federal de Construcción, Klara Geywitz (SPD), ha anunciado nuevos y más amplios programas de subvenciones con tipos de interés reducidos para las familias dispuestas a construir y para la compra de casas ya construidas, pero aún no ha dado más detalles. Además, el Gobierno prevé ventajas fiscales para los proyectos de construcción mediante normas especiales de amortización, las llamadas Afa. Hace un año, en una cumbre de la construcción similar, se adoptaron 187 medidas para agilizar y abaratar la construcción. Un portavoz del Ministerio de Construcción dijo que gran parte de las medidas ya se habían aplicado o estaban en proceso de aplicación, pero se guardó los detalles para el lunes.

Los Estados federados, liderados por el SPD, respaldaron básicamente al Gobierno federal, liderado por el SPD, el viernes. Ahora, el Gobierno federal, los Estados federados, los municipios, las empresas inmobiliarias y el sector de la construcción deben unirse "y afrontar juntos los tiempos difíciles".

Las reivindicaciones de los participantes

Las distintas asociaciones del sector tienen ideas de gran calado, y no siempre congruentes. Por ejemplo, la Asociación Alemana de Inquilinos (Deutscher Mieterbund) quiere una financiación mucho mayor para la construcción de viviendas sociales y la rehabilitación del parque inmobiliario existente, así como una reforma de la ley de arrendamientos para frenar el aumento de los alquileres.

La Asociación Federal de Empresas Inmobiliarias y de la Vivienda de Alemania -que junto con Haus&Grund canceló su participación en la cumbre- exige una reducción del impuesto sobre el valor añadido de los proyectos de construcción del 19% al 7%, así como una reducción del tipo de interés al 1%.

La presidenta de la patronal de la construcción, Hübner, exigió dar realmente "una vuelta de tuerca" para abaratar los costes de construcción y lamentó que "las normas se defiendan con extrema tozudez". La accesibilidad de la mayoría de los pisos -es decir, un acceso más fácil para las personas mayores y discapacitadas- ya está, pero no se va a conseguir.

Los constructores tienen la vista puesta en la norma EH40 para edificios nuevos, prevista para 2025 y que el Gobierno del partido del semáforo ha establecido en su acuerdo de coalición. Se supone que ayudará a reducir la cantidad de calor necesaria en los nuevos edificios y a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. El inconveniente es el aumento de los costes de construcción. El EH40 es caro e ineficaz, afirma Mattner, Presidente de la ZIA.

Esta es también la opinión de los expertos del FDP Carina Konrad y Daniel Fost, que presentaron su propio documento de posición y también cuestionaron el EH40. También abogaron por la posibilidad de rebajar las normas de construcción y subrayaron: "Una mayor oferta a través de una construcción simplificada conduce a una bajada de los alquileres y de los precios de compra". Los Demócratas Libres, sin embargo, no quieren "jugar políticamente con los alquileres"./vsr/maa/DP/nas