La provincia occidental de Alberta, productora de petróleo y cereales, instó el lunes al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a hacer todo lo posible para evitar huelgas potencialmente devastadoras de los trabajadores ferroviarios y portuarios.

El personal representado por el sindicato Teamsters votó abrumadoramente este mes a favor de una huelga ya el 22 de mayo. Los ferrocarriles son fundamentales para la economía de Canadá, debido a su vasta geografía y a sus exportaciones de grano, potasa y carbón.

Más al oeste, las conversaciones entre la dirección y los sindicatos del puerto de Vancouver han llegado a un punto muerto.

"Cualquier paro laboral que afecte a nuestros ferrocarriles y puertos sería paralizante para nuestra economía nacional y las cadenas de suministro norteamericanas", declaró la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, en una carta a Trudeau difundida por su oficina.

Smith dijo que Ottawa tenía que hacer todo lo posible para ayudar a las partes en ambos conflictos a alcanzar acuerdos negociados.

"En el caso de que se produzca un paro laboral, su gobierno debe estar preparado para utilizar todas las herramientas a su disposición para ponerle fin rápidamente, incluyendo, si es necesario, la legislación de vuelta al trabajo", dijo Smith, uno de los principales oponentes políticos internos de Trudeau.

Los liberales gobernantes de centro-izquierda podrían presentar un proyecto de ley para obligar a los trabajadores en huelga a volver al trabajo, pero en el pasado han mostrado poco interés en hacerlo.

Preguntado por una posible huelga en el puerto de Vancouver, el gabinete del ministro de Trabajo, Seamus O'Regan, declaró: "Nuestro gobierno cree en la negociación colectiva". La semana pasada, O'Regan pidió a la Junta de Relaciones Industriales de Canadá que estudiara si una huelga ferroviaria podría tener implicaciones para la seguridad.

Hasta que la junta no haya emitido una decisión, la huelga de los trabajadores de Canadian National Railway y Canadian Pacific Kansas City no puede comenzar. La junta pidió el lunes que se presentaran alegaciones antes del final de la jornada laboral del 21 de mayo y podría tardar semanas en actuar.

Los sindicatos negocian actualmente los contratos y piden mejores salarios y condiciones de trabajo. (Reportaje de David Ljunggren; Edición de Josie Kao)