Los residentes de una franja del centro y sur de California deben prepararse para fuertes lluvias y nevadas, con la posibilidad de inundaciones y corrimientos de tierra en una región saturada tras tres semanas de tormentas, según informó el Servicio Meteorológico Nacional.

Según Marc Chenard, meteorólogo del NWS, se espera que la última ráfaga de precipitaciones azote con más fuerza las cordilleras al norte de Los Ángeles y al este de San Diego, dejando caer entre 5 y 10 centímetros de lluvia desde finales del domingo hasta el lunes.

"Lo peor ha quedado definitivamente atrás, pero sigue existiendo esa amenaza para esta noche y hasta mañana de algunos impactos adicionales", dijo Chenard en una entrevista, añadiendo que esperaba que siguieran condiciones más secas para terminar el mes.

El presidente Joe Biden aprobó el sábado la solicitud de California de una declaración de catástrofe, poniendo a disposición fondos federales para ayudar a los esfuerzos de recuperación en los tres condados más afectados por las tormentas: Merced, Sacramento y Santa Cruz.

Desde el 26 de diciembre, el Estado Dorado se ha visto azotado por una cadena de los llamados ríos atmosféricos, tormentas parecidas a ríos en el cielo que transportan la humedad de los trópicos de la Tierra a latitudes más altas, descargando cantidades masivas de lluvia.

En una sesión informativa celebrada el sábado, el gobernador de California, Gavin Newsom, citó estimaciones de que habían caído entre 22 y 25 billones de galones de agua en los últimos 16 ó 17 días debido a un "apilamiento de estos ríos atmosféricos" sin precedentes.

Newsom instó a los residentes a permanecer vigilantes a pesar de las previsiones de menores niveles de precipitaciones de cara al domingo, ya que incluso cantidades moderadas de lluvia podrían causar inundaciones y corrimientos de tierra debido a que el suelo está tan saturado.