La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, que desde hace tiempo aboga por una nueva asignación de la moneda propia del FMI, los Derechos Especiales de Giro (DEG), dijo que hacerlo ahora daría más fondos para utilizarlos para hacer frente tanto a la crisis sanitaria como a la económica, y acelerar la transición a una economía digital y verde.

Bajo el mandato del presidente saliente, Donald Trump, Estados Unidos, el mayor accionista del FMI, ha bloqueado esta nueva asignación de DEG, una medida similar a la de un banco central que imprime dinero, ya que proporcionaría más recursos a los países más ricos, puesto que la asignación sería proporcional a su participación.

La ministra de Finanzas sueca, Magdalena Andersson, nueva presidenta del comité de dirección del FMI, dijo en una conferencia de prensa en línea con Georgieva que estaba claro que la necesidad de liquidez seguía siendo grande, y que consultaría con los países miembros las opciones para ampliar la liquidez.

Andersson, la primera europea en dirigir el Comité Monetario y Financiero Internacional en más de 12 años y la primera mujer, comenzó el lunes su mandato de tres años https://www.reuters.com/article/us-imf-leadership/imf-steering-committee-names-swedish-finance-minister-as-next-chair-idINKBN28R360 en el cargo.

Georgieva dijo que el FMI había aumentado rápidamente la financiación en condiciones favorables a las economías de mercado emergentes y en desarrollo, incluso mediante donaciones por parte de los países miembros de unos 20.000 millones de dólares en DEG existentes. Esto seguirá desempeñando un papel importante, pero es necesario dar más pasos, dijo.

"Seguirá siendo muy importante, incluso más, que podamos ampliar nuestra capacidad para apoyar a los países que se han quedado atrás", dijo Georgieva.

La funcionaria afirmó que los miembros del FMI nunca han retirado de la mesa una nueva asignación de DEG, y añadió que algunos miembros siguen debatiendo sobre ello como una posible medida. Una posible venta de oro de las reservas del FMI tendría "algunos costes de oportunidad" para el FMI, pero dependería de los miembros, dijo.

Dijo que esperaba que el Grupo de las 20 principales economías prorrogara la actual moratoria en los pagos del servicio de la deuda oficial por parte de los países más pobres, que ahora está previsto que finalice en junio, pero que mucho dependería del ritmo de las vacunas en los próximos meses.