Las acciones del sector inmobiliario británico se tambalean después de que los analistas de Jefferies publicaran una alarmante actualización sobre el mercado de oficinas londinense. "El comercio minorista fue la primera víctima de la tecnología y creemos que las oficinas son las siguientes. La utilización se ha reducido y los propietarios están perdiendo poder de fijación de precios a medida que los inquilinos se deshacen del exceso de espacio. Las vacantes en Londres están en su nivel más alto de los últimos 30 años y superan el punto de inflexión en el que caen los alquileres", afirma la consultora.

Siete años de infortunios

Irónicamente, el estudio se publica pocas horas después de que se anunciara que British Land había roto un contrato de arrendamiento muy importante con Meta Plaforms. La empresa estadounidense ha acordado pagar 149 millones de libras para romper el contrato, lo que aparentemente representa siete años de alquiler. "Meta devolvió las llaves del 1 de Triton Square en Londres, que debía ocupar a partir de 2021 y en el que nunca ha alojado a un empleado desde entonces", explica Christian Auzanneau, analista sectorial de AlphaValue. A finales de 2022, Meta había anunciado que buscaba un subarrendatario, pero es probable que el grupo se haya quedado sin nada. "Meta no ha dado ninguna razón para este abandono, pero podemos suponer que el trabajo desde casa y, sobre todo, el colapso del proyecto Métavers son los culpables", continúa Auzanneau, que se sorprende de que Meta no haya encontrado un subarrendatario y aún más de que sus proyectos no sean lo suficientemente prometedores como para llenar el edificio, incluso a medio plazo.

"Alucinante"

"Es una cantidad de dinero asombrosa. En 20 años, nunca he visto a un inquilino pagar tanto por devolver un espacio que no ocupa", ha declarado Matthew Saperia, analista de Peel Hunt, citado esta mañana por el Financial Times. Meta también quiere reducir su tamaño en Dublín (Irlanda).

Las acciones de British Land bajaron un 2% el miércoles, hasta 320 GBX. Otras acciones, en particular Great Portland y Big Yellow, perdían más de un 4%, penalizadas por los comentarios de Jefferies.