El equipo elegido por Milei dará forma a la política de la segunda economía de Sudamérica en los próximos años, mientras el outsider lidia con una inflación superior al 140%, unas reservas netas en números rojos y una miríada de controles de capital. El país, en el que cuatro de cada diez personas viven en la pobreza, es también el mayor deudor del Fondo Monetario Internacional.
Aunque Milei está rodeado de un pequeño grupo de asesores económicos, el reciente acercamiento al bloque conservador dominante que le ayudó a ganar una segunda ronda de votaciones probablemente verá un tira y afloja por los puestos más altos.
Una victoria más contundente de lo esperado, con el 56% de los votos, podría envalentonar a Milei, que ha prometido acabar rápidamente con los controles de capital, recortar drásticamente el gasto público y, finalmente, dolarizar la economía.
"Milei recibió un fuerte mandato para cambiar el actual modelo económico", dijo Armando Armenta, analista de mercados de renta fija y divisas para América Latina de AllianceBernstein en Nueva York.
"Quién sea designado... como presidente del banco central y ministro de economía, y los detalles de un plan urgente de estabilización económica sin mayoría en el Congreso, serán la clave para los precios de los activos en los próximos días".
El Ministerio de Economía es siempre un asiento caliente, con una Argentina nueve veces morosa atrapada en un ciclo de auge y caída que dura décadas. Aún así, el principal exportador de cereales se enfrenta a una de sus peores crisis económicas, con una recesión a la vuelta de la esquina.
Milei asumirá el cargo el 10 de diciembre tras derrotar al Ministro de Economía de la coalición peronista gobernante, Sergio Massa.
Hans Humes, director de inversiones de Greylock Capital Management, que posee bonos soberanos argentinos, apostó por que Milei lograra más de lo que la gente esperaba.
"Mucha gente no cree que la dolarización sea factible. Creo que lo logrará, le costará un poco de trabajo", dijo Humes. "Espero que (su) equipo ya se haya formado.
LA INCERTIDUMBRE POR DELANTE
Milei, cuya sorprendente victoria en las primarias de agosto agitó a los mercados, cuenta entre sus asesores económicos con el ex viceministro de Economía Carlos Rodríguez, el ex jefe del banco central Roque Fernández y Darío Epstein, director de una empresa de servicios financieros.
Emilio Ocampo, que trabajó en Wall Street durante más de dos décadas, se ha convertido en su principal asesor en materia de dolarización.
Pero el reciente respaldo de Milei por parte del magnate empresarial y ex presidente conservador Mauricio Macri podría añadir al gabinete algunos nombres favorables al mercado procedentes de su partido PRO y de la coalición Juntos por el Cambio (JxC).
Juan Manuel Pazos, economista jefe de TPCG en Buenos Aires, dijo que el primer discurso de Milei tras las elecciones del domingo había establecido el "tono adecuado" y llevaba el "mensaje correcto", con el objetivo de ampliar la coalición al confirmar una alianza con el PRO.
"Milei dijo que va a reorganizar el banco central en lugar de implosionarlo o cerrarlo. Ese detalle es importante", dijo Pazos, añadiendo que los bonos soberanos de Argentina deberían tener un buen comportamiento tras la victoria de Milei, más fuerte de lo esperado.
El nuevo ministro de Economía tendrá que negociar un nuevo programa con el FMI "relativamente rápido" para evitar entrar en mora con el fondo, dijo Morgan Stanley el lunes. El país tiene un programa de 44.000 millones de dólares con el prestamista con sede en Washington que se acordó a principios de 2022 para refinanciar un préstamo fallido de 2018.
"Las dos partes pueden abogar por un nuevo comienzo y dejar atrás las políticas actuales que descarrilaron el programa actual", escribió Fernando Sedano, economista de Morgan Stanley.
Massa, que sólo obtuvo más votos que Milei en las provincias de Buenos Aires, Santiago del Estero y Formosa, dijo el domingo que era responsabilidad de Milei dar certidumbre "a partir de mañana".
"Y esperamos que lo haga", agregó.
Los mercados locales argentinos permanecen cerrados el lunes debido a un feriado nacional.
