Polonia planea fijar una fecha para el fin de la energía eléctrica alimentada con carbón, según declaró el lunes la Secretaria de Estado para el Clima del país, Urszula Zielinska, lo que supone un cambio respecto a la postura del gobierno anterior sobre el cambio climático.

Las elecciones polacas de octubre de 2023 pusieron fin a ocho años de gobierno del partido Ley y Justicia (PiS) y dieron paso a un nuevo gobierno que, según Zielinska, está incrementando los esfuerzos medioambientales, incluida una fecha de eliminación progresiva de la energía de carbón.

"Sólo con una fecha límite podemos planificar y sólo con una fecha límite la industria puede planificar, la gente puede planificar. Así que sí, absolutamente, buscaremos fijar una fecha final", declaró a los periodistas en Bruselas.

Polonia obtiene alrededor del 70% de su energía del carbón, el combustible fósil que más CO2 emite, aunque en los últimos años ha aumentado la generación eólica y solar.

El gobierno anterior acordó un pacto con los sindicatos para seguir extrayendo carbón hasta 2049. Pero los científicos afirman que es necesario reducir drásticamente las emisiones procedentes de la quema de carbón en esta década para evitar un cambio climático grave. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha instado a todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a eliminar el carbón para 2030.

Zielinska, que fue nombrada en diciembre, declaró que el nuevo gobierno estaba revisando los planes climáticos y energéticos de Polonia, y que cualquier cambio apoyaría a los trabajadores e industrias afectados.

"Todo está bajo revisión y con vistas a redoblar los esfuerzos, pero también para asegurar a las personas que puedan verse más afectadas, a las industrias también, para asegurarnos de que las industrias pasan realmente sin problemas a las nuevas ramas verdes", declaró.

Sus comentarios suponen un cambio de tono por parte de Polonia, que se ha opuesto a ciertas medidas medioambientales dentro de la Unión Europea. Varsovia llevó a Bruselas a los tribunales el año pasado en un intento de anular las políticas climáticas de la UE, incluida una prohibición para 2035 de nuevos coches que emitan CO2.

Zielinska afirmó que Varsovia también estaba dispuesta a aceptar el objetivo de que la UE redujera las emisiones en un 90% para 2040, y que presionaría para que se abordara el impacto en la sociedad.

Sin embargo, en comentarios publicados más tarde el lunes en la plataforma de medios sociales X, pareció suavizar su tono.

"Sin embargo, esto no significa que ya tengamos una declaración clara sobre el objetivo de reducción de emisiones para 2040 en una fase tan temprana", escribió.

"Hoy, declaramos la apertura a las negociaciones y el anuncio del enfoque constructivo de Polonia sobre la política climática... La posición del gobierno sobre el objetivo climático para 2040 se desarrollará después de que se anuncie la propuesta detallada de la Comisión." (Reportaje de Kate Abnett, Reportaje adicional de Anna Wlodarczak-Semczuk en Varsovia; edición de Barbara Lewis y Tomasz Janowski)