MOSCÚ, 28 sep (Reuters) - Rusia intensificó drásticamente el martes una campaña contra Alexei Navalny, abriendo un nuevo caso penal al encarcelado crítico del Kremlin que podría permitir a las autoridades condenarlo a otra década en la cárcel.

En un caso condenado por Occidente, Navalny, de 45 años, ya está cumpliendo dos años y medio de prisión por violaciones de la libertad condicional que, según él, fueron inventadas para frustrar sus ambiciones políticas.

Sus aliados han visto asaltados sus hogares, restringida su libertad de movimiento o han huido al extranjero después de que un tribunal dictaminara en junio que sus actividades eran extremistas y estaban diseñadas para provocar disturbios sociales.

Desde entonces, el Kremlin y sus leales han dicho que mantendrán y, en algunos casos, intensificarán su enfoque duro hacia las organizaciones y los críticos internos y externos a los que ven como una amenaza para la estabilidad de Rusia.

El nuevo caso mencionó a Navalny como sospechoso de fundar y liderar un grupo extremista, un crimen que conlleva un castigo de hasta una década en la cárcel.

El comunicado del organismo ruso que investiga delitos de alto perfil dijo que algunos de los aliados clave de Navalny son sospechosos en el mismo caso y que se cree que otros asociados participaban en la actividad extremista del grupo.

"Las actividades ilegales del grupo extremista tenían como objetivo desacreditar a las autoridades estatales y sus políticas, desestabilizar la situación en las regiones, crear un clima de protesta entre la población y tratar de formar una opinión pública sobre la necesidad de un cambio violento de poder", dijo el comunicado.

Acusó a los aliados de Navalny, muchos de los cuales ahora operan desde el extranjero, de continuar con sus supuestas actividades ilegales después de que su grupo fuera prohibido por extremista.

Lyubov Sobol, una aliada de Navalny mencionada en el comunicado, dijo que los cargos contra ella y los demás parecían absurdos. "Los crímenes de mis colegas: participar en elecciones, investigar la corrupción de altos funcionarios y asistir a protestas pacíficas", sostuvo en Twitter.

Sobol sostuvo que el nuevo caso muestra cuánto teme el presidente ruso Vladimir Putin a Navalny, una acusación que el Kremlin ha desestimado previamente.

(Reporte de Andrew Osborn y Polina Devitt, reporte adicional de Olzhas Auyezov. Editado en español por Javier Leira)