El presidente de UniCredit, Pier Carlo Padoan, dijo en un comentario enviado por correo electrónico a última hora del viernes que el comité de remuneración del banco haría una recomendación al consejo sobre el salario del consejero delegado "incorporando las opiniones de los inversores y de las partes interesadas en general", añadiendo que el propio consejero delegado no había pedido un aumento.

El último informe de remuneración de UniCredit señalaba que la actual estructura salarial del consejero delegado y un tope reglamentario -que limita la retribución variable al doble de la cantidad fija- impedían al banco recompensar el exceso de rendimiento cuando se superaban los objetivos.

"El consejo examinó el paquete salarial de Orcel a la luz de los importantes resultados alcanzados en 2021 bajo su dirección", decía el informe. "Orcel indicó por separado ... que prefiere mantener su retribución fija sin cambios y que su retribución variable esté estrechamente vinculada a los objetivos de rendimiento", añadía.

"El consejo está de acuerdo ... y reevaluará la remuneración de Orcel antes de la junta general de accionistas de 2023 a la luz de los resultados y los progresos realizados en 2021 y 2022", concluía.

El antiguo director de banca de inversión de UBS llegó a UniCredit en abril de 2021, prometiendo invertir una fase de "reducción activa" bajo el anterior consejero delegado, Jean Pierre Mustier, reacio al riesgo.

Orcel está dando la vuelta al banco desde el punto de vista comercial, pero hasta ahora ha fracasado, como su predecesor, a la hora de cerrar un acuerdo de fusión y adquisición.

Tras abandonar la propuesta de adquisición de su rival más pequeño, Monte dei Paschi, Orcel se comprometió a devolver a los inversores más de 16.000 millones de euros en dividendos y recompras para 2024. Sostuvo que el banco podría alcanzar el objetivo de distribución incluso en una grave recesión, después de que la guerra de Ucrania y la crisis energética llevaran a los supervisores bancarios a pedir cautela.

A su llegada a UniCredit, Orcel esquivó por los pelos una revuelta de los accionistas por su salario, que duplica el de Mustier, y las principales firmas asesoras de inversores volvieron a plantear su preocupación por su sueldo en marzo.

La promesa de distribución de Orcel elevó las acciones de UniCredit a un máximo de cuatro años de 15,7 euros antes de la guerra, desde los 8,5 euros justo antes de que asumiera el cargo, dando al consejero delegado munición para posibles operaciones de fusiones y adquisiciones pagadas con acciones.

Pero la gran exposición del banco a Rusia, un negocio que Orcel ha mantenido hasta ahora, ha hecho que sus acciones vuelvan a bajar, para cerrar el viernes a 12,5 euros.

El Financial Times informó primero de que UniCredit buscaba un aumento salarial para Orcel citando a personas familiarizadas con el asunto.