El Oráculo de Omaha rindió un conmovedor homenaje a Charlie Munger, su socio desde hace muchos años, fallecido el 28 de noviembre a los 99 años. Buffett recuerda que, aunque Munger pasó la mayor parte de su vida fuera de Omaha, fue allí donde se conocieron en 1959. Munger, que se dedicó a la gestión de fondos en 1962, influyó rápidamente en la estrategia de inversión de Buffett, aconsejándole en 1965 que se concentrara en adquirir empresas excelentes a precios razonables (inversión de calidad) en lugar de buscar buenas ofertas a precios de ganga (inversión de valor), una desviación de las enseñanzas de Benjamin Graham. Buffett describe a Munger como el arquitecto de Berkshire Hathaway, mientras que él mismo actuó como maestro de obras, aplicando día a día la visión de Munger. Señala que Munger, que se convirtió en su socio en la gestión de Berkshire, a menudo le hizo entrar en razón y desempeñó un papel crucial en su éxito, mucho más allá de sus sueños más descabellados. Buffett expresa su gratitud a Munger, que actuó como un hermano mayor o un padre cariñoso, sin tratar nunca de atribuirse el mérito de sus contribuciones ni de recordarle a Buffett sus errores.

En el resto de su comentario, Buffett destaca la fortaleza y diversidad del negocio de Berkshire, al tiempo que aborda los retos y oportunidades a los que se enfrenta la empresa.

Buffett comienza subrayando la importancia de una comunicación transparente con los accionistas, una práctica que ha mantenido a lo largo de su carrera con su socio de siempre, Charlie Munger. Insiste en la necesidad de ofrecer información clara y honesta, sin recurrir a un lenguaje demasiado optimista ni a asesores de comunicación. A continuación presenta a su hermana, Bertie, como modelo del inversor ideal de Berkshire Hathaway: alguien inteligente, sensato y que desconfía de las predicciones descabelladas del mercado. Buffett utiliza esta imagen para ilustrar el tipo de accionista que Berkshire pretende atraer: inversores a largo plazo, prudentes y bien informados.

Buffet destacó la importante volatilidad de los beneficios netos declarados. Según el informe anual, Berkshire Hathaway registró un beneficio neto de 90.000 millones de dólares en 2021, una pérdida de 23.000 millones en 2022 y un beneficio de 96.000 millones en 2023. Estas cifras son legalmente correctas, pero Buffett las considera poco útiles. Buffett prefiere concentrarse en los "beneficios de explotación", que considera más representativos del rendimiento real de la empresa. Estos beneficios de explotación ascienden a 27.600 millones de dólares en 2021, 30.900 millones en 2022 y 37.400 millones en 2023. Aquí podemos ver una progresión constante en relación con los beneficios netos.

La principal diferencia entre estas cifras y las comunicadas oficialmente radica en la exclusión de las plusvalías o minusvalías latentes, que pueden variar en más de 5.000 millones de dólares al día. Buffett critica la adopción en 2018 de una norma contable que incluye estas plusvalías y minusvalías no realizadas en los ingresos netos, una práctica que no considera una mejora. Señala que los mandatos impuestos no deben tomarse a la ligera, aludiendo a la experiencia de Galileo con las autoridades de su época. A pesar de las normas vigentes, Buffett y su equipo de Berkshire Hathaway mantienen su planteamiento de ofrecer medidas financieras que consideran más útiles para evaluar la salud y el rendimiento de su negocio.

Recuerda que, desde su primera compra de acciones el 11 de marzo de 1942, siempre ha invertido la mayor parte de su patrimonio personal en renta variable, principalmente estadounidense. A pesar de un comienzo difícil, se aferró a su estrategia y fue testigo de un crecimiento espectacular, con el índice Dow Jones pasando de menos de 100 a cerca de 38.000. Buffett insiste en que Estados Unidos ha sido un terreno fértil para los inversores, que simplemente han tenido que ser pacientes e ignorar los consejos externos. Sin embargo, advierte del peligro de evaluar el valor de inversión de Berkshire basándose en beneficios que tengan en cuenta las fluctuaciones diarias o anuales del mercado bursátil. Recuerda una lección de su mentor, Benjamin Graham: "A corto plazo, el mercado es como una máquina de votar, pero a largo plazo se convierte en una balanza que mide el valor real".

Warren Buffett insiste en la importancia de poseer empresas sólidas y sostenibles, capaces de reinvertir el capital con altos rendimientos. Advierte de la dificultad de distinguir las empresas prometedoras de los fracasos potenciales, y critica a quienes afirman poder hacerlo con certeza. Subraya la importancia de la confianza y la competencia de los directivos, al tiempo que reconoce que incluso Berkshire ha tenido sus decepciones. Buffett recuerda una lección histórica sobre los riesgos de tratar con personas sin escrúpulos, subrayando la complejidad de juzgar la sinceridad de las personas. Berkshire ha crecido hasta tal punto que resulta difícil encontrar adquisiciones que puedan tener un impacto significativo en sus resultados. A pesar de ello, Buffett considera que la gestión de Berkshire es divertida e interesante, y cree que la empresa tiene perspectivas ligeramente mejores que la media de las grandes empresas estadounidenses. Concluye diciendo que el objetivo de Berkshire es superar ligeramente a la media de las empresas estadounidenses, minimizando al mismo tiempo el riesgo de pérdida de capital. Buffett reafirma su compromiso con los accionistas y el país, subrayando que el dinero de los inversores, aunque mezclado con el suyo propio, no le pertenece.

Buffett critica el comportamiento cada vez más especulativo de los mercados, al que compara con el de los casinos, y señala que Wall Street favorece una actividad frenética, a veces en detrimento de la moralidad financiera. Señala que, en estos periodos de locura, se comercializan activamente productos financieros dudosos. La regla de oro de Berkshire Hathaway sigue siendo la misma: evitar a toda costa la pérdida permanente de capital. Buffett confía en la capacidad de su empresa para superar desastres financieros sin precedentes, posicionándose como un activo para el país en caso de crisis económica. Berkshire Hathaway destaca por su solidez financiera, con ingresos diversificados y una holgada posición en efectivo y bonos del Tesoro estadounidense, muy por encima de los requisitos convencionales.

También compartió su enfoque de la inversión en empresas que no controla directamente, haciendo hincapié en la paciencia y el reconocimiento de la calidad intrínseca de las empresas. Citó Coca-Cola y American Express como ejemplos de participaciones parciales a largo plazo para Berkshire, cada una de las cuales representa en torno al 4-5% del valor contable neto de la empresa. Ambas empresas, fundadas en 1850 y 1886 respectivamente, han pasado por periodos de expansión fuera de sus negocios principales, a menudo con poco éxito, e incluso han sido mal gestionadas en el pasado. Sin embargo, triunfaron en sus negocios principales y sus productos adquirieron fama mundial. Buffett subraya la importancia del consumo de bebidas y la confianza financiera, necesidades intemporales a escala mundial. En 2023, Berkshire Hathaway no compró ni vendió acciones de Coca-Cola ni de American Express, continuando un periodo de inacción que ha durado más de veinte años. Esta estrategia ha dado sus frutos, ya que ambas empresas han aumentado sus beneficios y dividendos. La participación de Berkshire en los beneficios de American Express superó incluso el coste inicial de 1.300 millones de dólares de su adquisición. Buffett espera que los dividendos de ambas empresas aumenten en 2024, especialmente un 16% en el caso de American Express, y tiene intención de mantener estas participaciones sin cambios. Buffett también abordó la cuestión de las recompras de acciones, explicando que los accionistas de Berkshire han aumentado indirectamente sus participaciones en Coca-Cola y American Express a través de las recompras de acciones de Berkshire. Señala que estas recompras son beneficiosas para los accionistas porque aumentan su participación en todos los activos que posee Berkshire, pero advierte contra las recompras realizadas a un precio superior al valor real de la empresa. La lección que Buffett extrae de su experiencia con Coca-Cola y American Express es clara: cuando se descubre un negocio excepcional, hay que quedarse con él. La paciencia se recompensa y una gran empresa puede compensar muchas malas decisiones.

Habla de sus inversiones recientes, entre ellas Occidental Petroleum y algunos valores japoneses.

Berkshire posee el 27,8% de las acciones ordinarias de Occidental Petroleum y tiene opciones de aumentar significativamente su participación a un precio fijo. A Buffett le gustan especialmente las vastas reservas de petróleo y gas de la empresa en EE.UU. y sus iniciativas de captura de carbono, aunque la viabilidad económica de esta última aún está por demostrar. También destacó la importancia estratégica de la producción nacional de energía, recordando que Estados Unidos solía depender en gran medida del petróleo extranjero. Gracias a la revolución del esquisto en 2011, esa dependencia ha terminado, y la producción nacional supera ya los 13 millones de barriles diarios, lo que reduce la influencia de la OPEP.

Además, Berkshire ha aumentado su participación en cinco grandes empresas japonesas diversificadas (Sumitomo, Mitsubishi, Itochu, Marubeni y Mitsui), poseyendo alrededor del 9% de cada una. Estas inversiones, que comenzaron en 2019, generaron una ganancia no realizada del 61%, es decir, 8.000 millones de dólares, a pesar de la devaluación del yen. Buffett habló de la posibilidad de futuras asociaciones con estas empresas bien gestionadas, al tiempo que destacó sus políticas favorables a los accionistas, especialmente en términos de recompra de acciones y remuneración de ejecutivos.

A modo de recordatorio, las acciones de Berkshire Hathaway han rendido un 19,80% anual desde 1965, frente al 10,2% del S&P 500, lo que constituye uno de los historiales más dilatados del mercado bursátil, con un rendimiento muy superior al del mercado en su conjunto.