El avión, que se dirigía el lunes de Sydney a Auckland, cayó bruscamente antes de estabilizarse, provocando que las personas a bordo salieran despedidas por la cabina.

Basándose en la información disponible, se entendió que el movimiento del asiento fue "inducido por el piloto, no intencionadamente", dijo el informe, citando a un alto funcionario de seguridad de la aerolínea.

"El movimiento del asiento provocó el ángulo morro abajo" del avión, dijo la publicación, citando a otra fuente anónima que añadió que también se estaba estudiando la posibilidad de un cortocircuito eléctrico.

Se espera que Boeing envíe un mensaje a los operadores del 787 en relación con el incidente, informó la Corriente Aérea, en una señal de que podría tratarse de un problema de toda la flota, aunque dijo que la publicación desconocía el tema concreto.

Boeing declinó hacer comentarios sobre el informe, remitiendo en su lugar a Reuters a las agencias investigadoras.

El regulador aeronáutico de Chile, que dirige la investigación, no pudo ser localizado para hacer comentarios. LATAM no pudo ser contactada inmediatamente para hacer comentarios.

LATAM tiene su base en Chile y el vuelo, en el que viajaban 263 pasajeros y nueve miembros de la tripulación, debía continuar hacia Santiago tras hacer escala en Auckland.

Aún no se ha explicado la causa del aparente cambio repentino de trayectoria del vuelo. Los expertos en seguridad afirman que la mayoría de los accidentes aéreos se deben a un cóctel de factores que deben investigarse a fondo.