El vuelo BOE631 previsto se produce más de tres semanas después de que el primer 737 MAX con destino a un cliente chino desde una inmovilización en 2019 iniciara su viaje desde Seattle hasta la planta de finalización de Boeing en Zhoushan.

El avión, pintado con la librea de Shanghai Airlines, ha estado en tierra en Guam desde el 15 de marzo debido a un problema técnico menor.

Boeing no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

El vuelo previsto a Shanghai, que se encuentra en medio de un estricto bloqueo relacionado con la COVID-19, se produce mientras las autoridades chinas examinan los procesos de seguridad de China Eastern tras el accidente de un 737-800 el 21 de marzo en el que murieron las 132 personas que iban a bordo.

Aunque ese modelo es el predecesor del MAX, los analistas han expresado su preocupación por el hecho de que pueda hacer retroceder los esfuerzos de Boeing por recuperar terreno en el mayor mercado aeronáutico del mundo y entregar los más de 140 aviones 737 MAX ya construidos para clientes chinos.

El organismo regulador de la aviación en China facilitó a principios de diciembre a las aerolíneas una lista de correcciones necesarias antes de su regreso a los vuelos comerciales, que preveía que se produciría a principios de este año. Sin embargo, hasta ahora sólo se han realizado vuelos de prueba.

China Eastern ha dejado en tierra sus 223 aviones 737-800 como medida de precaución mientras se investiga el accidente. Las autoridades chinas están dirigiendo la investigación, pero la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos les está ayudando a leer las cajas negras del avión.

En función de los resultados de la investigación, China Eastern se arriesga a sufrir consecuencias como multas, inmovilización de aviones y un trato desfavorable a la hora de solicitar nuevas rutas y franjas horarias en los aeropuertos, según el analista de Morningstar Cheng Weng.

China Eastern no ha hecho pública ninguna previsión sobre cuándo espera que se reanuden las entregas de MAX, aunque su rival China Southern Airlines dijo la semana pasada que podría hacerse con algunos de los aviones este año.