El robotaxi Cruise de General Motors que golpeó y arrastró a un peatón 6 metros (20 pies) en un accidente ocurrido en octubre cometió una serie de errores técnicos que agravaron sus fallos tras la colisión, según demostró el jueves un análisis encargado por GM.

Un fallo en la detección de la ubicación de la mujer, una detección inexacta de qué parte del coche golpeó a la mujer y un error sobre dónde se encontraba el propio coche llevaron al vehículo a continuar después de golpear a la mujer en lugar de realizar una parada de emergencia, según el informe de la consultora de ingeniería Exponent.

La mujer, que no ha sido identificada, sufrió heridas pero sobrevivió.

Cruise, la unidad de conducción autónoma del fabricante de automóviles estadounidense GM, ha interrumpido sus operaciones y se enfrenta a múltiples investigaciones, incluida una del Departamento de Justicia, desde que el accidente sacudió la industria de los vehículos autónomos (AV) a finales del año pasado.

El informe técnico de Exponent, que forma parte de un informe del bufete de abogados Quinn Emanuel, ofrece un relato segundo a segundo de cómo se desarrolló el accidente y un análisis en profundidad de los errores técnicos.

El accidente se produjo después de que el peatón fuera atropellado por otro vehículo que circulaba por un carril adyacente, un coche más adelante, y saliera despedido hacia la trayectoria del Cruise AV, llamado Panini.

El Cruise no pudo prever el accidente, según el informe. Detectó que el otro coche había atropellado a la persona y redujo ligeramente la velocidad una fracción de segundo antes de atropellar a la propia mujer.

Pero entonces no logró localizarla. La mujer cayó y gran parte de su cuerpo, excepto las piernas, quedó fuera de la vista del sensor lidar de detección de objetos. La rueda izquierda del Cruise la arrolló antes de detenerse, según Exponent.

En ese momento, el vehículo podría haber realizado una parada de emergencia en el lugar, pero no lo hizo. Al confundir el golpe con una colisión lateral en lugar de un impacto frontal, avanzó unos 6 metros a 12,4 km por hora (7,7 millas por hora), arrastrando a la peatona por debajo, persiguiendo el objetivo prescrito de apartarse a la acera, por seguridad.

En realidad, el coche ya estaba en el carril contiguo al bordillo, pero no lo sabía debido a un error de localización, según la revisión.

Los pies y la parte inferior de las piernas de la peatona eran visibles en la cámara gran angular del lado izquierdo desde el momento del impacto hasta la parada final, pero, a pesar de detectar brevemente las piernas, ni la peatona ni sus piernas fueron clasificadas ni rastreadas por el vehículo, señaló Exponent.

Añadió que no encontró ningún problema con los sensores ni con el mantenimiento del vehículo.

Cruise, en una entrada de blog publicada el jueves, dijo que había actualizado su software para solucionar los problemas subyacentes.

El propio informe dejaba claro que un humano lo habría hecho mejor.

"Después de que el AV contactara con el peatón, un conductor humano alerta y atento sería consciente de que se había producido un impacto de algún tipo y no habría seguido conduciendo sin investigar más a fondo la situación", señaló Exponent. (Reportaje de Abhirup Roy en San Francisco; edición de Peter Henderson y Lincoln Feast.)