General Motors planea invertir 632 millones de dólares en su planta de ensamblaje de Fort Wayne, Indiana, con el fin de preparar la planta para la producción de futuros camiones ligeros de tamaño completo con motor de combustión interna, según informó el lunes.

La inversión se destinará a nuevas cintas transportadoras, utillaje y equipos para la planta que fabrica los camiones Chevrolet Silverado 1500 y GMC Sierra 1500 de GM.

GM ha detallado más de 2.300 millones de dólares en inversiones previstas en una serie de anuncios desde la semana pasada mientras trabaja para reequipar las plantas de automóviles norteamericanas existentes e introducir camiones y todoterrenos de tamaño completo de combustión interna de nueva generación más eficientes. Está previsto otro anuncio de inversión a finales de esta semana.

El mayor fabricante de automóviles de EE.UU. sigue realizando grandes inversiones en vehículos propulsados por gas incluso cuando promete dejar de fabricarlos en 2035.

La semana pasada, GM dijo que estaba invirtiendo más de 500 millones de dólares en su planta de montaje de Arlington, Texas, para prepararla para la producción de todoterrenos de tamaño completo con motor de combustión interna.

GM se enfrenta a unos requisitos de emisiones cada vez más estrictos por parte de California y de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA).

La semana pasada, GM también dijo que planea invertir más de 1.000 millones de dólares para reequipar dos plantas de fabricación en Flint, Michigan, con el fin de prepararlas para una nueva generación de sus camiones pesados.

El anuncio de Texas pone de relieve el compromiso de la empresa de seguir "proporcionando a los clientes una sólida cartera de vehículos (de combustión interna) durante los próximos años", dijo GM la semana pasada.

El martes, GM dijo que invertiría 280 millones de dólares canadienses (210 millones de dólares) en su asamblea canadiense de Oshawa para producir la próxima generación de camiones de tamaño completo con motor de combustión interna.

GM pagó 128,2 millones de dólares en multas por no cumplir los requisitos del programa Corporate Average Fuel Economy (CAFE) para 2016 y 2017, según muestran los registros publicados recientemente.

La EPA propuso en abril exigir una reducción del 56% de las emisiones medias previstas de la flota con respecto a los requisitos de 2026. (Reportaje de David Sherpardson en Washington y Shivansh Tiwary en Bengaluru; Edición de Shilpi Majumdar y Conor Humphries)