La vacunación de niños y hombres contra el virus del papiloma humano (VPH) reduce su riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello y otras neoplasias malignas, según muestra un nuevo análisis, que se suma al beneficio demostrado de la vacuna en la protección de las mujeres contra el cáncer de cuello de útero.

El estudio de más de 3,4 millones de personas es uno de los primeros análisis a largo plazo del efecto real de la vacuna en la prevención de los cánceres de cabeza y cuello, zonas anales, pene, vulva, vagina y cuello uterino relacionados con el VPH, según los investigadores.

Los estudios anteriores sobre la vacuna se han centrado principalmente en el cáncer de cuello uterino. En un gran estudio realizado en Suecia en 2020, por ejemplo, las tasas de cáncer de cuello uterino fueron de 47 por 100.000 en las mujeres vacunadas y de 94 por 100.000 en las no vacunadas.

El nuevo estudio, cuya presentación está prevista en la próxima reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica en Chicago, incluyó a más de 1,7 millones de voluntarias vacunadas contra el VPH desde 2010, en algún momento entre los 9 y los 39 años de edad, y un número aproximadamente igual de voluntarias similares no vacunadas. Alrededor del 44% eran hombres.

El estudio halló que los varones vacunados presentaban tasas más bajas de cualquier cáncer relacionado con el VPH y de cánceres de cabeza y cuello (3,4 y 2,8 casos, respectivamente, por cada 100.000 pacientes vacunados, frente a 7,5 y 6,3, respectivamente, por cada 100.000 pacientes no vacunados).

El tabaquismo era antiguamente el principal causante de muchos cánceres de cabeza y cuello -como los de boca y garganta-, pero en la actualidad la causa principal son las infecciones por VPH, según declaró el jueves en una rueda de prensa la presidenta de la ASCO, la Dra. Lynn Schuchter. Schucter no participó en el estudio.

El nuevo estudio "amplía lo que sabemos" y demuestra que prevenir la infección con la vacuna ayuda a prevenir estos cánceres adicionales relacionados con el VPH, añadió.

Las mujeres vacunadas tuvieron un menor riesgo de padecer cualquier tipo de cáncer relacionado con el VPH en el estudio y, como era de esperar, un menor riesgo de cáncer de cuello de útero, en comparación con las mujeres no vacunadas.

La vacunación no redujo significativamente sus riesgos de cáncer de cabeza y cuello ni de cáncer vulvar o vaginal.

La vacuna contra el VPH de Merck se aprobó en 2006 para niñas y mujeres de 9 a 26 años y en 2009 para niños y hombres de ese grupo de edad. La versión más reciente, Gardasil 9, está aprobada en EE.UU. desde 2018 para su uso en niños y adultos de 9 a 45 años.

Un estudio separado que se presentará en la reunión de la ASCO descubrió que entre 2011 y marzo de 2020, la aceptación de la vacuna contra el VPH en EE.UU. aumentó del 23,3% al 43,0% de la población elegible, mejorando del 7,8% al 36,4% en los hombres y del 37,7% al 49,4% entre las mujeres. (Reportaje de Nancy Lapid Edición de Matthew Lewis)