El índice de referencia de precios al consumo IPCA subió un 5,79% el año pasado, según informó el martes el organismo de estadística IBGE, por encima de la media del 5,60% prevista en un sondeo de Reuters entre economistas.

El resultado incumplió tanto el objetivo anual del banco central del 3,5% como el 5% superior de su banda de tolerancia, marcando el segundo año consecutivo en que lo hacía.

El jefe del banco central, Roberto Campos Neto, está legalmente obligado a publicar una carta justificando el incumplimiento del objetivo de inflación. Se dará a conocer el martes, según el banco central.

El índice subió un 0,62% sólo en diciembre, dijo el IBGE, por encima del 0,45% previsto en un sondeo de Reuters.

Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics, señaló que la desinflación continúa en Brasil, ayudada por unas condiciones financieras restrictivas, un crecimiento económico vacilante y amplias exenciones fiscales para bajar los precios.

"La inflación debería seguir bajando en los próximos tres a seis meses, aunque a un ritmo más modesto que en el segundo semestre, ayudada por la reciente caída de los precios del petróleo", escribió en una nota a clientes.

En 2022, el banco central prosiguió su agresivo endurecimiento monetario para combatir la inflación, elevando su tipo de interés básico al 13,75% desde el mínimo histórico del 2% registrado en marzo de 2021. Desde septiembre, los responsables políticos han mantenido los tipos sin cambios en su nivel máximo del ciclo, subrayando que siguen vigilantes ante las presiones inflacionistas.

William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, afirmó que la inflación superior a la prevista para 2022 coincidió con las crecientes preocupaciones fiscales después de que el presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva consiguiera la aprobación del Congreso para impulsar el gasto social.

Eso dará al banco central "más motivos para retrasar el inicio de su ciclo de relajación", dijo Jackson.

Según el IBGE, la inflación del año pasado se vio afectada principalmente por el aumento de los costes de los alimentos y las bebidas (+11,64%) y de los artículos de salud y cuidado personal (+11,43%).

La inflación general en 12 meses fue de dos dígitos hasta julio del año pasado, afectada por el alza de los precios de las materias primas provocada por la guerra en Ucrania.

Pero el gobierno del ex presidente Jair Bolsonaro tomó medidas para aliviar los precios antes de las elecciones presidenciales de octubre, incluyendo una costosa exención de impuestos a los combustibles que fue ampliada recientemente por Lula.

El Congreso también aprobó el año pasado una reducción de los impuestos estatales para una serie de artículos clave, como la energía, las telecomunicaciones y los combustibles.

Como resultado, el grupo del transporte tuvo una contribución negativa del 1,29% a la inflación en 2022, impulsada por la caída del 25,78% de los precios de la gasolina.

El gigante petrolero estatal Petrobras contribuyó a la tendencia desinflacionista, adoptando una serie de recortes de precios cuando los precios internacionales del petróleo se estabilizaron.