La inflación anual suiza se redujo más de lo esperado en abril ante el retroceso de los costes de los carburantes, según mostraron los datos el viernes, superando aún el objetivo del banco central pero estrechando la brecha con su rango objetivo.

Los precios al consumo aumentaron el mes pasado un 2,6% interanual, por debajo del 2,9% de marzo, lo que supone el 14º mes consecutivo en el que el incremento de los precios ha superado el rango objetivo del Banco Nacional Suizo (BNS), situado entre el 0% y el 2%.

Los analistas encuestados por Reuters habían previsto que la inflación media anual bajara al 2,8%.

Los precios se mantuvieron estables de un mes a otro, ya que el descenso del coste del gasóleo de calefacción compensó las subidas de los precios del transporte aéreo y de los viajes organizados, así como de la ropa y el calzado, según la Oficina Federal de Estadística.

La inflación subyacente anual, que elimina los artículos volátiles como el combustible y los alimentos, fue del 2,2%, sin cambios respecto a marzo.

Los costes de los productos petrolíferos cayeron un 12,1% interanual, reflejando el efecto base de las fuertes subidas de precios tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

Aunque muy inferior a la de muchos otros países, muchos de los cuales han registrado un crecimiento de los precios de dos dígitos, la inflación general suiza se ha mantenido por encima del rango objetivo del banco central desde febrero de 2022.

En respuesta, el BNS ha subido los tipos de interés en cuatro reuniones políticas consecutivas, situando su referencia en el 1,5% en marzo.

Antes de los datos del viernes y tras los recientes comentarios de los responsables políticos que sugerían que aún no habían terminado, muchos analistas esperaban que el banco central subiera los tipos al menos una vez más en su próxima reunión del 22 de junio. (Reportaje de Tomasz Janowski; Edición de Sonali Paul)