La inversión, a través del brazo de capital riesgo de Stellantis, Stellantis Ventures, tiene como objetivo ayudar al tercer mayor fabricante de automóviles del mundo por ventas a simplificar su cadena de suministro y buscar una tecnología más ecológica para sus vehículos eléctricos de batería (VE).

A diferencia de las baterías tradicionales de iones de litio, las baterías de litio-azufre desarrolladas por Lyten no utilizan níquel, cobalto ni manganeso, lo que supone una huella de carbono estimada un 60% inferior a la de las baterías actuales, según informaron las empresas en un comunicado.

"Las materias primas para las baterías de litio-azufre tienen el potencial de abastecerse y producirse localmente, en Norteamérica o Europa, mejorando la soberanía regional de suministro", afirmaron.

"Esta tecnología satisfará las necesidades de las industrias que buscan baterías ligeras y densas en energía que no sufran interrupciones en la cadena de suministro".

Los productos de Lyten también ayudarán a los fabricantes a aprovechar los incentivos políticos estadounidenses y europeos, como los de la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense, añadieron.

No se facilitaron detalles financieros ni de otro tipo sobre la transacción.

El consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, afirmó que la tecnología de materiales de Lyten podría contribuir a reducir el peso de los vehículos, lo que ayudaría aún más a reducir las emisiones de carbono.

Stellantis, cuyas marcas incluyen Peugeot, Fiat, Jeep y Ram, tiene como objetivo ser carbono neto cero en 2038. También tiene como objetivo que el 100% de sus ventas de turismos en Europa y el 50% de sus ventas de turismos y camiones ligeros en EE.UU. sean vehículos eléctricos de batería para 2030.

Oliver Gross, responsable de almacenamiento de energía y electrificación del fabricante de automóviles, afirmó que espera disponer de las baterías de Lyten "definitivamente en la segunda mitad de la década".