Ucrania es un exportador clave de gas de neón, necesario para producir los ya escasos microchips para automóviles, mientras que la invasión de Moscú también está interrumpiendo las rutas de transporte.

"La empresa ha dejado claro que... en las últimas semanas, la dramática situación de la guerra entre Rusia y Ucrania, con esos territorios como principales productores de materia prima para producir microchips, hace cada vez más difícil cualquier tipo de planificación de la producción", dijeron los sindicatos metalúrgicos en una declaración conjunta tras reunirse con la empresa.

Como consecuencia, a partir del 4 de abril, los turnos de producción semanales se reducirán de 17 a 15, lo que supondrá que unos 1.500 trabajadores al día se queden sin trabajo, dijeron los sindicatos.

La empresa declinó hacer comentarios.

La planta de Melfi, en el sur de Italia, donde Stellantis produce vehículos que incluyen los modelos Compass y Renegade de Jeep, reanudó sus operaciones esta semana tras un paro de 10 días que afectó a todos sus más de 7.000 trabajadores, en medio de una escasez mundial de virutas y una protesta de los camioneros.