En un evento del sector de los coches personalizados celebrado en Chiba, al este de Tokio, el fabricante japonés desveló dos coches de la generación AE86, uno modificado como vehículo eléctrico de batería y el otro como modelo con motor de hidrógeno.

El presidente de Toyota, Akio Toyoda, afirmó que era necesario explorar la remodelación de los coches existentes como una opción para alcanzar el objetivo de cero emisiones de carbono para 2050. En Japón, sólo uno de cada 20 coches que circulan por las carreteras es nuevo, y los más antiguos funcionan principalmente, al menos en parte, con gasolina.

"Es importante dejar una opción para los coches que ya son queridos o propiedad de alguien", dijo Toyoda, amante confeso de los coches y piloto de carreras, en el evento.

Toyota, relativamente recién llegada al mercado de los vehículos eléctricos de masas, tiene previsto invertir 70.000 millones de dólares para electrificar sus vehículos y producir más baterías, y aspira a vender al menos 3,5 millones de modelos eléctricos de batería (BEV) en 2030.