¿QUÉ ES EL TECHO DE DEUDA?

Washington fija periódicamente un límite al endeudamiento federal. Actualmente, el techo está fijado en 31,4 billones de dólares, lo que equivale aproximadamente al 120% de la producción económica anual del país. La deuda alcanzó ese techo en enero y el Departamento del Tesoro ha mantenido las obligaciones justo dentro del límite suspendiendo las inversiones en algunos fondos de pensiones federales mientras seguía pidiendo préstamos a los inversores.

El Tesoro advirtió la semana pasada que podría tener que dejar de pedir préstamos por completo y depender únicamente de los ingresos fiscales para pagar sus facturas tan pronto como el 1 de junio, aunque también dijo que ese corte, conocido como la "fecha X", podría producirse varias semanas después.

Dado que el Tesoro pide prestado cerca de 20 céntimos por cada dólar que gasta, en ese momento Washington empezaría a incumplir los pagos que debe a los prestamistas, a los ciudadanos o a ambos.

¿SIRVE PARA ALGO EL TECHO DE DEUDA?

Pocos países del mundo tienen leyes sobre el techo de la deuda y el levantamiento periódico del límite de endeudamiento por parte de Washington simplemente le permite pagar los gastos que el Congreso ya ha autorizado.

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y otros expertos en política han pedido a Washington que elimine el límite, porque equivale a un sello burocrático sobre decisiones ya tomadas.

Algunos analistas han propuesto que el Tesoro pueda sortear la crisis acuñando una moneda de platino de varios billones de dólares y depositándola en la cuenta del gobierno, una idea ampliamente vista como un truco descabellado. Otros argumentan que el propio techo de la deuda viola la Constitución estadounidense. Pero si la administración Biden invocara ese argumento, que implica la 14ª Enmienda, se produciría un desafío legal.

¿QUÉ OCURRIRÁ CUANDO WASHINGTON YA NO PUEDA PEDIR DINERO PRESTADO?

Se producirían ondas expansivas en los mercados financieros mundiales, ya que los inversores cuestionarían el valor de los bonos estadounidenses, que se consideran una de las inversiones más seguras y sirven de cimientos para el sistema financiero mundial.

La economía estadounidense caería casi con toda seguridad en una recesión si el gobierno se viera obligado a dejar de pagar cosas como los salarios de los soldados o las prestaciones de la Seguridad Social para los ancianos. Los economistas prevén que millones de estadounidenses perderían sus empleos. Los inversores ya han rehuido algunos títulos de deuda estadounidense que vencen en julio y agosto, ya que intentan evitar el vencimiento de las facturas cuando el riesgo de impago de la deuda es mayor.

¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ?

Los republicanos, que ostentan una estrecha mayoría de 222-213 en la Cámara de Representantes, aprobaron a finales de abril un proyecto de ley que elevaría el límite de la deuda pero que también establecería amplios recortes del gasto durante la próxima década.

El proyecto de ley no tiene ninguna posibilidad de ser aprobado en el Senado estadounidense, controlado por los demócratas. El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quiere que Biden negocie sobre los recortes del gasto, incluso mientras la Casa Blanca insiste en un aumento del límite de la deuda sin condiciones.

¿NO HEMOS OÍDO ESTA CANCIÓN ANTES?

Este tipo de brinkmanship ha formado parte de la política estadounidense durante décadas, pero empeoró significativamente después de que los halcones fiscales del Partido Republicano crecieran en el poder desde 2010.

En un enfrentamiento en 2011, los republicanos de la Cámara de Representantes utilizaron con éxito el techo de la deuda para arrancar al presidente demócrata Barack Obama fuertes límites al gasto discrecional.

Los topes al gasto se mantuvieron durante la mayor parte del resto de la década, pero el episodio sacudió a los inversores y condujo a una histórica rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos.