El repunte de las ventas de viviendas en Estados Unidos ha sido el último detonante de la inquietud en el mercado de bonos. Los beneficios empresariales también han sido dispares. Las acciones de Alphabet registraron durante la noche su peor sesión desde marzo de 2020, con una caída del 9,5%, ya que los inversores se sintieron decepcionados por el estancamiento del crecimiento en su división de nube.
El índice MSCI más amplio de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón cayó un 1%. El Nikkei japonés cayó un 2%. Las acciones de Alphabet cayeron otro 2% después de hora y arrastraron a los futuros del Nasdaq casi un 1% a la baja.
El rendimiento de referencia del Tesoro a 10 años, una piedra angular para valorar la asunción de riesgos en los mercados financieros, subió 11 puntos básicos (pb) durante la noche y cotizó al 4,96% el jueves.
"No hay ningún ancla en los bonos del Tesoro de EE.UU.", dijo Ben Luk, estratega senior de multiactivos de State Street Global Markets.
"Si (el rendimiento a 10 años) no se mantiene por debajo del 5%, entonces creo que seguirá siendo un mercado muy agitado tanto para EE.UU. como para Asia", dijo.
"Una vez que tengamos un entorno de tesorería más estable, tendremos una historia de revisión de beneficios más clara", añadió, señalando que los mercados dominados por las empresas tecnológicas, que dependen en gran medida de la financiación, serán vulnerables a unos tipos más altos debido a los costes de los préstamos.
Las acciones de Meta, matriz de Facebook, cayeron un 4% el miércoles y otro 3% en las operaciones después de hora tras publicar unos resultados que mostraban unos ingresos mejores de lo esperado pero unas perspectivas turbias, con unos gastos que superaban las estimaciones de Wall Street.
Las acciones australianas cayeron a mínimos de un año, ya que los datos de inflación del tercer trimestre, mejores de lo esperado, aumentaron las apuestas a que el banco central podría subir los tipos el mes que viene.
El índice S&P/ASX 200 retrocedió un 0,7% a 6.854,20 en las primeras operaciones, alcanzando su nivel más bajo desde el 31 de octubre de 2022.
En los mercados de divisas, el índice del dólar alcanzó un máximo de dos semanas de 106,77.
El yen se debilitó más allá de los 150 por dólar, un nivel que ha puesto en guardia a los operadores ante la posibilidad de una intervención en apoyo de la divisa japonesa. Hacia las 0300 GMT el yen cotizaba a mínimos de un año, en 150,43 por dólar.
El dólar australiano cayó a mínimos de casi un año de 0,6271 dólares en las operaciones de la mañana. El jueves, el director del banco central australiano dijo que el fuerte informe de inflación del tercer trimestre estaba en torno a las expectativas de los responsables políticos, y que aún estaban considerando si justificaría una subida de tipos.
El dólar neozelandés también tocó el mínimo de casi un año en 0,5776 dólares.
En China, el rebote de los mercados tras la noticia de que China emitiría un billón de yuanes (137.000 millones de dólares) en deuda soberana se desvaneció rápidamente, y los índices de China continental y Hong Kong retrocedieron en sus ganancias. El Hang Seng cayó un 0,8%.
Los precios del petróleo bajaron. El crudo estadounidense bajó un 0,15% hasta 85,26 $ el barril. El crudo Brent cayó a 90,05 $ el barril.
Los precios del petróleo subieron cerca de un 2% el miércoles por las preocupaciones sobre el conflicto en Oriente Medio, pero las ganancias se vieron limitadas por el aumento de los inventarios de crudo en Estados Unidos y las sombrías perspectivas económicas en Europa.
El oro subió ligeramente. El oro al contado se negociaba a 1983,015 $ la onza.
La economía de Corea del Sur se comportó mejor de lo esperado en el tercer trimestre, con una expansión apuntalada por las exportaciones, lo que respalda los argumentos a favor de que el banco central mantenga los tipos de interés durante los próximos meses.
El won cayó con fuerza, en línea con las amplias ganancias del dólar. (1$ = 7,3181 yuan renminbi chino)
