Por Jonathan Allen y Brendan O'Brien

NUEVA YORK, 30 abr (Reuters) - Agentes de policía de la ciudad de Nueva York entraron el martes por la noche en los terrenos de la Universidad de Columbia para detener y dispersar a los manifestantes propalestinos que tomaron un edificio del campus casi 24 horas antes y llevaban acampados en el lugar desde hace casi dos semanas.

Imágenes de televisión en vivo mostraron a policías con cascos y equipo táctico entrando en el elitista campus del Alto Manhattan, que ha sido el centro de las protestas estudiantiles que se han extendido a docenas de escuelas de todo Estados Unidos en los últimos días expresando su oposición a la guerra de Israel en Gaza.

"Lo estamos desalojando", gritaban los agentes de policía mientras marchaban hacia la entrada atrincherada del Hamilton Hall, un edificio académico en el que irrumpieron los manifestantes y pusieron bajo su control en la madrugada del martes.

Se vio a una larga hilera de agentes de policía entrar en el edificio por una ventana del segundo piso, utilizando un vehículo con una escalera para acceder a la planta superior.

Decenas de agentes más se arremolinaron en el campamento de protesta cercano, mientras los estudiantes que miraban desde fuera del campus les abucheaban con gritos de "¡Vergüenza, vergüenza!". Al poco rato, se vio a los agentes conduciendo a los manifestantes esposados a los vehículos policiales situados frente a las puertas del campus.

La policía subió a unos 50 detenidos a un autobús, cada uno de ellos con las manos atadas a la espalda con bridas, toda la escena iluminada con las luces rojas y azules intermitentes de los vehículos policiales. Ambulancias y otros vehículos de los servicios de emergencia permanecían junto al lugar.

"Palestina libre, libre, libre", coreaban los manifestantes en el exterior del edificio. Otros gritaban "¡Dejad marchar a los estudiantes!".

Funcionarios de la Universidad de Columbia amenazaron el martes con la expulsión académica de los estudiantes que tomaron Hamilton Hall.

Los manifestantes irrumpieron en el edificio rompiendo ventanas y desplegaron una pancarta en la que se leía "Hind's Hall", con lo que simbólicamente rebautizaron el edificio con el nombre de un niño palestino de 6 años abatido en Gaza por el ejército israelí.

En el exterior del edificio neoclásico de ocho plantas, los manifestantes bloquearon la entrada con mesas, enlazando brazos para formar una barricada y coreado consignas propalestinas.

En una rueda de prensa celebrada horas antes de la operación policial, el alcalde Eric Adams y funcionarios de la policía de la ciudad dijeron que la toma del Hamilton Hall fue instigada por "agitadores externos" que carecen de cualquier afiliación con Columbia y que son conocidos por las fuerzas del orden por provocar disturbios.

"No podemos permitir y no permitiremos que lo que debería ser una reunión pacífica se convierta en un espectáculo violento que no sirve para nada. No podemos esperar a que esta situación se agrave aún más. Esto debe terminar ya", afirmó Adams.

Uno de los líderes de la protesta, Mahmoud Khalil, un académico palestino que asiste a la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de Columbia con una visa de estudiante, rebatió las afirmaciones de que personas ajenas iniciaron la ocupación. "Son estudiantes", declaró a Reuters.

Un día antes, la universidad indicó que había empezado a suspender a los estudiantes que incumplieron el plazo para desalojar el campamento de protesta, mientras las autoridades de la escuela declaraban que varios días de conversaciones con los líderes de las protestas habían llegado a un punto muerto.

"Los disturbios en el campus han creado un entorno amenazador para muchos de nuestros estudiantes y profesores judíos y una distracción ruidosa que interfiere en la enseñanza, el aprendizaje y la preparación de los exámenes finales", declaró la universidad en un comunicado el martes.

(Reporte de Jonathan Allen en Nueva York, Brendan O'Brien en Chicago, Rich McKay en Atlanta, Steve Gorman en Los Ángeles y Daniel Trotta en Carlsbad, California; escrito por Brendan O'Brien y Steve Gorman; editado en español por Carlos Serrano)