La Comisión Europea recortó el jueves su previsión para la principal cosecha de trigo de la Unión Europea en 2024/25 a un nuevo mínimo de cuatro años, al proyectar una mayor caída de la superficie de lo previsto anteriormente.

En los datos de oferta y demanda, la Comisión fijó la producción utilizable de trigo blando, o trigo blando, en 120,2 millones de toneladas métricas, por debajo de los 120,8 millones de su previsión inicial del mes pasado y aún así la más baja desde 2020.

Como hace cuatro años, la siembra de trigo en algunas partes de Europa occidental se ha visto perturbada por las fuertes lluvias caídas durante el otoño y el invierno.

No obstante, la Comisión elevó ligeramente su previsión de existencias de trigo blando a finales de 2024/25 de 12,1 millones de toneladas a 12,2 millones, ya que una mayor previsión de los suministros que quedan de esta campaña compensó la reducción de las perspectivas de cosecha.

Para la actual campaña 2023/24, las existencias finales de trigo blando se prevén ahora en 20,4 millones de toneladas, 0,5 millones más que en la previsión anterior.

Esto, a su vez, reflejó una revisión al alza de las importaciones previstas de la UE en 2023/24, que ahora se ven en 8 millones de toneladas frente a los 7,5 millones pronosticados anteriormente.

La Comisión pronosticó que las importaciones de trigo, que se han convertido en un punto álgido en la UE debido a la entrada de grano ucraniano, descenderían a 4,5 millones de toneladas en 2024/25.

La Comisión dejó sin cambios sus previsiones de exportaciones de trigo blando de la UE en 2023/24 y 2024/25 en 31 millones de toneladas para ambas temporadas. (Reportaje de Gus Trompiz; Edición de Chris Reese y Jan Harvey)