Los resultados reforzaron un escenario difícil para el actual presidente conservador Guillermo Lasso, que ha luchado por contener el aumento de la inseguridad, las protestas de grupos indígenas que han dañado la economía y la violencia generalizada en las cárceles.

El referéndum sobre la extradición, una de las ocho reformas que figuraban en la papeleta, habría permitido enviar a sospechosos ecuatorianos al extranjero para ser juzgados por delitos de drogas y armas, entre otros, una estrategia pregonada por Lasso para reducir la delincuencia que su gobierno ha achacado al tráfico transnacional de estupefacientes.

Aunque la práctica sería nueva para Ecuador, es común que países latinoamericanos como Colombia y México accedan a pedidos de extradición de Estados Unidos y otras naciones.

Pero el 'no' a la medida iba en cabeza con el 53,8%, según la autoridad electoral, frente al 46,1% del 'sí' con casi el 47% de las urnas escrutadas.

Otra reforma para dar al fiscal general más autonomía para elegir a los fiscales también parecía poco probable que fuera aprobada, con un 58,4% de votos en contra y un 41,6% a favor después de haberse tabulado el 40% del recuento.

Una propuesta para reducir el número de legisladores de la asamblea de 137 escaños a unos 100 miembros también se encaminaba probablemente a la derrota, con el "no" en casi el 55% de los votos.

Lasso, cuya popularidad ronda el 20%, se ha enfrentado en repetidas ocasiones con el órgano controlado por la oposición, donde algunos legisladores intentaron derrocarle durante las manifestaciones que envolvieron Ecuador el año pasado.

Los votantes de Quito, la capital, eligieron alcalde a Pabel Muñoz, miembro del movimiento político de Correa, mientras que el candidato correísta Aquiles Álvarez ganó en Guayaquil, desbancando al partido socialcristiano tras tres décadas de control de la alcaldía.

"El fuerte desempeño del correísmo en las elecciones regionales junto con lo que parece ser una derrota del gobierno en el referéndum, si se confirma, deja un escenario político muy desafiante para la administración Lasso", dijo J.P. Morgan en una nota.

Se espera que las derrotas en el referéndum debiliten aún más el erosionado capital político de Lasso, dijo la nota, añadiendo que las renovadas protestas sociales podrían ser desestabilizadoras.

Correa, que dejó el cargo en 2017 y vive en Bélgica, se enfrenta a ocho años de prisión en Ecuador por una condena por corrupción.