La venta, que lleva años preparándose desde que Glencore sufrió una remodelación de su cúpula directiva, se ejecutó en diciembre de 2021 y se cerrará en la primera mitad de 2022, a la espera de las aprobaciones regulatorias, dijo Glencore.

Coincide con algunas de las peores tensiones entre Moscú y Occidente desde el final de la Guerra Fría y mientras algunas empresas occidentales buscan reducir la exposición a los activos rusos.

Glencore no dio ninguna razón para la venta y no reveló el comprador o el valor de la transacción.

Russneft, que produce unos 130.000 barriles diarios, se ha enfrentado a tiempos difíciles desde que su antiguo propietario, Mikhail Gutseriyev, fue sancionado por la Unión Europea el año pasado por sus estrechos vínculos con el presidente bielorruso Alexander Lukashenko.

Las sanciones crearon dificultades para las ventas de petróleo de exportación de Russneft, y Glencore dejó de comprar durante varios meses.

Glencore había ayudado a Gutseriyev a construir Russneft desde cero, desde principios de la década de 2000, hasta convertirla en una de las 10 principales empresas petroleras rusas, financiando la expansión de la empresa a cambio de derechos de exportación de petróleo.

El acuerdo permitió a Glencore, uno de los tres principales comerciantes de petróleo del mundo, comercializar grandes volúmenes de petróleo ruso.

Glencore se mantuvo como accionista de Russneft durante décadas de turbulencias en torno a la empresa, incluyendo la pérdida de control por parte de Gutseriyev, su huida de Rusia a Londres en 2007, y su regreso a casa más tarde para volver a ser un socio leal del Kremlin.

Otros retos fueron los miles de millones de dólares de deuda de Russneft con los bancos estatales rusos, así como las quiebras de otras instituciones financieras fundadas por Gutseriyev.

"Glencore elige el momento adecuado para salir de Russneft, ya que los precios del petróleo son buenos, mientras que el activo es bastante arriesgado", dijo una fuente de una empresa comercial que participa en el mercado petrolero ruso.

La exposición de Glencore a Rusia es cada vez menor, ya que la nueva guardia formada por el consejero delegado, Gary Nagle, y el responsable de petróleo, Alex Sanna, está reestructurando la empresa tras décadas de liderazgo de Ivan Glasenberg y Alex Beard, que tenían vínculos más estrechos con Moscú.

El acuerdo de suministro de cinco años de Glencore con la principal petrolera rusa, Rosneft, expiró el año pasado, aunque la empresa suiza sigue cargando combustible ruso como ganadora de las licitaciones periódicas de crudo y productos de Rosneft.