Pero las promesas de cambio radical del antiguo rebelde del M-19 pueden tener menos eco entre quienes desean una ruptura con la maquinaria política tradicional de Colombia: El sorprendente rival de Petro en la segunda vuelta del 19 de junio será Rodolfo Hernández, un septuagenario que ha realizado una campaña populista como inconformista independiente y antisistema.

Petro obtuvo el 40,3% de los votos en la primera vuelta del domingo, mientras que Hernández consiguió el 28,2%. Le siguió el centro-derechista Federico "Fico" Gutiérrez, que obtuvo el 23,9% y que había sido visto como el candidato de la continuidad, ampliamente pronosticado como rival de Petro en la segunda vuelta.

Conocido por sus excéntricos vídeos en TikTok, Hernández ha prometido reforzar la ley y el orden y crear empleo, aunque los detalles de sus planes han sido escasos.

Petro, ex alcalde de la capital, Bogotá, de 62 años, presenta su tercera candidatura a la presidencia con reformas que, según él, empezarán a corregir siglos de injusticia social.

"Hoy el asesino está en el poder, el ladrón está en el poder, por eso debemos cambiar quién está en el poder si queremos poder vivir en esta nación, simplemente vivir", dijo Petro en un mitin en la ciudad agrícola de Fusagasugá a principios de este mes.

Petro había estructurado gran parte de su retórica en torno a la necesidad de un cambio, tachando a Gutiérrez de representar los mismos intereses políticos que el impopular presidente actual, Iván Duque, y su mentor, el ex presidente de peso político Álvaro Uribe.

"Lo que debemos temer no es cambiar el país", dijo Petro.

Pero la retórica antisistema de Hernández, ex alcalde de Bucaramanga, y su promesa de acabar con los privilegios de los funcionarios y de gobernar frugalmente echarán por tierra la narrativa de Petro, según los analistas, sobre todo teniendo en cuenta que Gutiérrez y muchos de sus partidarios apoyarán ahora a Hernández.


¿Cómo le fue a cada candidato en las elecciones presidenciales de Colombia en la primera ronda de votaciones?

"Este es el escenario que más temía Petro", dijo Daniela Cuéllar, consultora senior de FTI Consulting en Bogotá.

"La retórica de Petro funciona mejor cuando se pinta contra un candidato de la élite. Esa oratoria dialéctica se desvanece un poco cuando se contrapone a otro candidato de fuera de los círculos internos del poder que también promete el cambio".

Es probable que Petro intente hacer hincapié en que, a pesar de los llamamientos de Hernández para acabar con la corrupción, el propio anciano de 77 años está siendo investigado por peculado, dijo el fundador de Colombia Risk Analysis, Sergio Guzmán.

La investigación de la fiscalía se refiere a las acusaciones de que Hernández intervino en una licitación de recogida de basuras cuando era alcalde para beneficiar a una empresa para la que su hijo había hecho lobby.

"Puede que funcione con los centristas, pero es evidente que sus votos son mínimos", dijo Guzmán, refiriéndose a los bajos resultados en la primera vuelta de otros tres candidatos que obtuvieron menos del 6% en conjunto. "Los votantes de Fico y los partidarios de Uribe votarían por una piedra antes de votar por Petro".

"Petro tiene tres semanas para dar un giro a la narrativa de su campaña... es poco probable que tenga éxito", dijo Guzmán.

FUERA LO VIEJO

Simpatizantes de Petro de todas las edades dijeron a Reuters que creen que es el candidato que traerá el cambio al país andino, especialmente a través de sus políticas ambientales -incluyendo la prohibición de nuevos contratos petroleros- y su promesa de ofrecer estudios universitarios públicos gratuitos.

La gratuidad de los estudios cambiaría la vida, dijo el estudiante de ciencias sociales Santiago Castillo, de 20 años, que asistió al mitin de Fusagasugá.

"Es muy difícil acceder a la educación porque no podemos llegar a fin de mes", dijo Castillo, que también trabaja como camarero. "Con él sabemos que no tendremos que matarnos ni dejar de dormir".

Olgia Depolo agitaba una gran bandera de Petro y acudió a la manifestación con su nieto adulto.

"Hemos tenido la misma visión durante años, no cuatro años sino cuatro décadas", dijo.

Pero los partidarios de Hernández dijeron que era el ingeniero civil, que dice haber amasado una fortuna de 100 millones de dólares a través de su empresa de construcción a pesar de sus humildes comienzos, quien mejor entiende el cambio que quieren los colombianos.

"A pesar de sus errores, espero que pueda bajar la corrupción", dijo a Reuters Gloria Gracia, de 61 años, una profesora de educación física y danza que votó por Hernández, y añadió que le gusta que haya financiado él mismo su campaña y que valore a las comunidades rurales.

El padre agricultor de Hernández fue retenido durante meses por la guerrilla de las FARC hace décadas, mientras que su hija Juliana fue secuestrada por los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en 2004 y se cree que fue asesinada en cautiverio.

Al igual que Petro, Hernández ha dicho que aplicaría plenamente un acuerdo de paz de 2016 con los rebeldes de las FARC y que buscaría conversaciones de paz con el ELN.