Mientras la producción de las fábricas se ralentiza en medio de la debilidad de la demanda externa e interna, Li afirmó que China pondrá en marcha políticas más eficaces para ampliar la demanda interna y abrir los mercados, además de seguir actuando como un fuerte motor de la economía mundial.
Sin embargo, los analistas están rebajando sus previsiones de crecimiento económico de China para el resto del año.
Varios bancos importantes han recortado sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para 2023 después de que los datos de producción industrial y de ventas al por menor de mayo incumplieran las previsiones e indicaran que Pekín tendrá que tomar nuevas medidas para apuntalar una recuperación inestable tras la crisis.
Es poco probable que la pandemia sea la última crisis de salud pública a la que se enfrente el mundo, dijo Li, y añadió que se acabará y desaparecerán las barreras visibles e invisibles.
La tendencia a la globalización sigue intacta a pesar de algunos contratiempos, dijo el primer ministro chino, reiterando un tema clave suyo desde que asumió su cargo: que China sigue abierta a los negocios y da la bienvenida a los inversores extranjeros.
Las comunicaciones y los intercambios efectivos son vitales y los países deben reforzar el diálogo y las comunicaciones para evitar malentendidos, afirmó. (Reportaje de Kevin Yao; Redacción de Joe Cash; Edición de Michael Perry)
