El gobierno escocés confirmó el viernes un caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) clásica, comúnmente conocida como enfermedad de las vacas locas, en una granja del suroeste del país.

El gobierno ha impuesto restricciones cautelares de movimientos en las instalaciones afectadas y a los animales que habían estado en contacto con el caso en Ayrshire, según informó en un comunicado.

Se están llevando a cabo nuevas investigaciones para identificar el origen de la enfermedad, según el comunicado, que añade que no existe ningún riesgo para la salud humana como consecuencia del caso aislado.

"Quiero tranquilizar tanto a los ganaderos como al público en general asegurándoles que el riesgo asociado a este caso aislado es mínimo. Pero, si algún ganadero está preocupado, le insto a que busque asesoramiento veterinario", declaró la Jefa de los Servicios Veterinarios, Sheila Voas.