Unos 20 de los 450 Airbus A320 de Lufthansa se quedarán en tierra en 2024 debido a las revisiones de los motores, declaró Spohr al Sueddeutsche Zeitung.

"Ajustaremos ligeramente el plan de vuelos para 2024 y reduciremos ligeramente el crecimiento previsto inicialmente", dijo.

Lufthansa había dicho a principios de noviembre que la oferta debería alcanzar el 91% de los niveles anteriores a la pandemia en el último trimestre, y el 95% el próximo año.

Spohr dijo que harían falta varios años para que las cadenas de suministro funcionaran como antes de la pandemia de coronavirus y para que Lufthansa pudiera poner en servicio los aviones que había encargado.

El consejero delegado dijo que Lufthansa estaba invirtiendo más que nunca, incluyendo más de 3.000 millones de euros cada año sólo para nuevos aviones, en un intento de aumentar su capacidad.

"Hasta ahora se han encargado 200 aviones y actualmente estamos negociando otro gran contrato para 80 aviones de corto recorrido", dijo.

Spohr se mostró contrario a los planes del gobierno alemán de introducir un impuesto sobre el combustible queroseno para los vuelos nacionales, afirmando que Lufthansa ya tenía que hacer frente a demasiadas tasas nuevas, lo que frenaba el transporte aéreo y la situaba en desventaja competitiva.

El transporte aéreo se situaba en apenas el 80% de los niveles anteriores a la pandemia, mientras que era tan alto o incluso superior en otros países europeos como Francia, España e Italia, afirmó.