WELLINGTON, 6 oct (Reuters) - El banco central de Nueva Zelanda subió los tipos de interés el miércoles por primera vez en siete años y señaló que se producirán nuevas alzas, en un intento por controlar las presiones inflacionistas y enfriar un mercado inmobiliario al rojo vivo.

La subida de los tipos en 25 puntos básicos marca el inicio de un ciclo de endurecimiento que se esperaba que comenzara en agosto, pero que se retrasó tras un brote de la variante delta del coronavirus y un confinamiento que continúa en su mayor ciudad, Auckland.

La subida del tipo de interés al 0,50% por parte del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ, por sus siglas en inglés) había sido prevista por los 20 economistas encuestados por Reuters.

El dólar neozelandés subió brevemente tras el anuncio, pero volvió a caer a 0,6930 dólares, en línea con los movimientos del mercado en general.

"El anuncio cumplió las expectativas de todos", dijo Jason Wong, estratega de mercado de BNZ en Wellington. "Estamos en el camino hacia una serie de subidas de tipos y el mercado lo ha reflejado en gran medida".

Al anunciar su decisión, el RBNZ dijo que es previsible que se den más pasos para la retirada de estímulos de la política monetaria, y que los futuros movimientos dependerían de las perspectivas de inflación y empleo a medio plazo.

La subida de los tipos sitúa a Nueva Zelanda por delante de la mayoría de los países con economías desarrolladas, ya que los bancos centrales intentan reducir los costes de endeudamiento de emergencia, aunque países como Noruega, La República Checa y Corea del Sur ya han subido los tipos.

En la vecina Australia, el banco central mantuvo el martes los tipos de interés en un mínimo histórico del 0,1% por undécimo mes consecutivo.

Los economistas esperan que el tipo de referencia alcance el 1,50% a finales del próximo año y el 1,75% a finales de 2023, según el sondeo de Reuters.

El país del Pacífico Sur ha disfrutado de una rápida recuperación económica desde la recesión provocada por el COVID el año pasado, en parte porque eliminó el coronavirus y reabrió su economía antes que otros.

Sin embargo, con sus fronteras aún cerradas, la escasez de mano de obra y de bienes está haciendo subir la inflación, además de contribuir a un mercado inmobiliario en alza, impulsado por unos tipos de interés ultrabajos.

El banco central dijo que se espera que la inflación general del IPC aumente por encima del 4% a corto plazo, pero que vuelva a su punto medio del 2% a medio plazo.

(Información adicional de Tom Westbrook en Singapur; edición de Richard Pullin, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)