Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos.

La actividad de los mercados financieros en Asia el lunes será más ligera de lo habitual, con los mercados estadounidenses cerrados por la festividad de Martin Luther King Jr., pero hay un buen puñado de acontecimientos económicos y políticos locales a los que los inversores pueden hincar el diente.

Japón publica las cifras de la oferta monetaria, Corea del Sur e Indonesia publican sus últimas cifras comerciales, mientras que en la India también se darán a conocer los datos de la inflación de los precios al por mayor, tras las cifras del IPC de la semana pasada que mostraron que las presiones sobre los precios en diciembre no fueron tan intensas como se preveía.

En el frente político, es posible que se produzcan repercusiones de las elecciones parlamentarias y presidenciales celebradas el sábado en Taiwán, en las que el gobernante e independentista Partido Demócrata Progresista obtuvo un tercer mandato.

China, que la semana pasada prometió que "aplastaría cualquier complot independentista", condenó a los gobiernos extranjeros que felicitaron al presidente electo de Taiwán, Lai Ching-te, por su victoria.

La posibilidad de un conflicto militar entre China y Taiwán es una de las razones por las que los inversores se muestran cada vez más cautelosos respecto a China, donde el desplome del sector inmobiliario, la deflación y el lento crecimiento ya les están dando serios motivos de reflexión.

El miércoles se publicará otra tanda de indicadores económicos de primer orden: precios de la vivienda, inversión en activos fijos, producción industrial, desempleo y ventas minoristas, que culminarán con el crecimiento del PIB del cuarto trimestre.

Se espera que el crecimiento de China haya repuntado desde el 4,9% interanual del tercer trimestre, pero sólo debido a los efectos de base favorables.

Los economistas de SocGen prevén un 5,3% y sus homólogos de Goldman Sachs apuntan a un 5,6%. En el lado más sombrío, los economistas de Barclays prevén sólo un 4,5%, y advierten de que los riesgos para sus perspectivas para 2024, ya por debajo del consenso, de un crecimiento del PIB del 4,4%, se inclinan a la baja.

En Japón, mientras tanto, todas las miradas se dirigen el viernes a las cifras de inflación de diciembre. Los recientes indicios de que las presiones sobre los precios podrían estar enfriándose han puesto en tela de juicio la necesidad de que el Banco de Japón se empeñe tanto en "normalizar" su política.

La posibilidad de que el Banco de Japón se replantee su política ha sido como un cohete para las acciones japonesas. El Nikkei se disparó a máximos de 34 años y subió un 6% sólo la semana pasada, por lo que unas cifras de inflación suaves seguramente echarán más leña al fuego.

Los economistas esperan que la inflación subyacente anual se ralentice hasta el 2,3% desde el 2,5% de noviembre, y que la inflación general caiga desde el 2,8%, más cerca del objetivo del 2% del BOJ.

Otros datos regionales destacados de esta semana son la última decisión política del banco central indonesio, el miércoles, y el PIB malasio, el viernes.

El sentimiento general del mercado parece bastante benigno. Por mucho que se hable de problemas en la cadena de suministro mundial y de presiones inflacionistas como consecuencia de la interrupción del transporte marítimo en el Mar Rojo, no hay signos reales de aversión al riesgo o de temores inflacionistas entre los inversores.

El oro y el petróleo se mantuvieron planos la semana pasada, el rendimiento de la deuda estadounidense a dos años cayó 25 puntos básicos y las acciones mundiales subieron más de un 1%. Incluso las acciones asiáticas, que han tenido un comienzo titubeante este año, cayeron sólo un 0,75%.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el lunes:

- Comercio en Corea del Sur (diciembre)

- Comercio de Indonesia (diciembre)

- Inflación IPM India (diciembre)