En la entrevista, el director general de Aeroflot, Sergei Alexandrovsky, declaró que es "importante que el Estado equilibre los intereses de las compañías aéreas rusas e internacionales. Porque es obvio que los transportistas extranjeros tienen ahora muchas más oportunidades y ventajas en estas condiciones".

Las aerolíneas rusas dejaron de volar a la mayoría de destinos en el extranjero después de que los países occidentales impusieran sanciones sin precedentes, incluidas prohibiciones a las aerolíneas rusas, tras el envío por Moscú de decenas de miles de tropas a Ucrania el 24 de febrero. Se han mantenido las rutas a Turquía y a países de Oriente Próximo populares entre los turistas rusos.

Alexandrovsky afirmó que los competidores, incluidas Turkish Airlines y Emirates, son los que más se han beneficiado de la situación, y abogó por cierto grado de lo que denominó "proteccionismo estatal" para salvaguardar la aviación nacional.